· El que esté libre de influencias, que tire la primera metáfora: Poetitos. Efraín Huerta. Poemínimo

Independientemente de si serán para bien o para mal las recientes reformas del Presidente Peña Nieto y de los diputados y senadores de los partidos políticos que las aprobaron, una noticia que estuvo saliendo en la tele hace algunos días, a muchos nos llenó de esperanza.

A riesgo de ser apedreado puedo señalar que quien esté libre de deudas bancarias o de todo tipo, que comience el linchamiento.

Pero nomás de oir en el noticiero de López Dóriga y otros, varios anuncios alentadores de que las llamadas telefónicas a los domicilios para exigir con amenazas el pago de deudas,sería considerado un delito, lo sentía como oxígeno puro, casi equivalente a cada puntito que semana a semana rescatan “mis” Tiburones Rojos al silbatazo final de sus horrorosos partidos.

El caso es que si por evidentes circunstancias alguien se atrasa en el pago de una tarjeta de crédito bancaria o departamental, los cobradores telefónicos de acento rarito, con lenguas destempladas y tremendamente viperinas se le van encima y no dejan de acosar para que se les pague de inmediato.

Uno se había puesto esperanzado por poder así denunciar a infelices, como es el caso de un engendro de apellido Ramírez (guardo el nombre completo) supuestamente de una tal empresa “Fonepade” o algo así, presuntamente ubicada en el centro histórico de Xalapa, que hace poco hizo repiquetear insistente mi teléfono particular, con lo que evaporó de inmediato a mis musas en plena siesta tardecina, para exigirme la ubicación de un supuesto pariente que les debe las perlas de la virgen.

QUE CULPA TIENE LA ESTACA…

“Y yo qué”, le alegaba todavía dormido; y el tipo marrullero insistía en que le diera las coordinadas mientras su lenguaje se transformaba y hacía que me hirviera la sangre sureña. Y pues cuando estaba a punto de asestarle un cruel y certero almohadazo para que se callara, me percaté que al que destruiría era mi teléfono fijo y me contuve, a lo único que atiné fue a mandarlo a Chihuahua a un baile, colgué y dejé desconectado el auricular.

Entonces me puse a investigar a partir de cuándo los caballeros de la deuda perpetua podríamos iniciar la contraofensiva para castigar a estos arrastrados de la banca y, ¡Oh maldición!, miren lo que me encontré:

A partir de este sábado 23 de agosto pasado se publicó en la Gaceta Oficial del Distrito Federal la modificación al artículo 209 bis del Código Penal, que establece multas y sanciones para quienes cometan acoso y abusos en el momento de solicitar el cobro.

“Comete el delito de cobranza ilegítima la persona que, con la intención de requerir el pago de una deuda, ya sea propia del deudor o de quien funja como referencia o aval, utilice medios ilícitos e ilegítimos, se valga del engaño, o efectúe actos de hostigamiento, e intimidación”. Prisión de seis meses a dos años y multa de 150 a 300 días de salario mínimo, es decir, multas equivalentes a 10 mil 93 y hasta 20 mil 187 pesos, según lo establecido en el salario mínimo del Distrito Federal.

Se señala que los jueces que conozcan del delito de “cobranza ilegítima” podrán ejercer acción penal contra los despachos que recurran a amenazas para pretender cobrar a los deudores morosos.

De esta manera, lamentablemente sólo en el Distrito Federal quien sufra acoso por parte de los gestores de cobranza ya puede denunciarlo ante un juez penal, quien podrá sancionarlos.

Lo importante es que como yo lo hice aguantando al buey que me llamó, cuyos datos tienen ya varios amigos –por aquello de no te entumas- se recaben los nombres de las personas que hablan y los nombres y direcciones de los despachos involucrados para que así se pueda proceder en contra.

Pero, ¡hey señoras y señores senadores de la República!, aprovechando su visita al puerto jarocho, ¿qué no será posible que ustedes lo discutan y logren que este acuerdo que se tomó en el gobierno del Distrito Federal se extienda a todo el país?

En serio que sus electores se lo agradecerán, sobre todo a los que quieren gubernaturas y demás. Aunque bien lo pueden hacer aquí nuestros queridos diputados.

Que tenga usted lector un grandioso fin de semana.

gustavocadenamathey@nullhotmail.com