Se tiene registrado que en 1723 llegaron los primeros granos de café a nuestro continente, por los europeos. Las tierras fértiles de América recibieron el nuevo producto que, con el paso de los años, significaría identidad, producción, dinero, bienestar para las familias y razón y esencia de ser para miles de personas.

Nuestra entidad es la segunda en importancia del país respecto de la producción del café. Vamos, en nuestra zona, Xalapa, donde podemos apreciar y degustar la infusión en las decenas de cafeterías que tenemos. Y en casa, nada como despertar y oler su aroma para empezar nuestro día.

El cultivo del café en nuestra entidad abarca 100 mil hectáreas, siendo pequeños productores quienes se dedican a esta actividad. Sin embargo, pese a los avances y cuidados que se tienen, la quinta parte de esta extensión sufre de la plaga de la roya. Algo que se debe combatir con eficacia y eficiencia en las 12 regiones cafetaleras de Veracruz.

En este contexto, el diputado Édgar Díaz Fuentes coordinó una reunión entre productores e integrantes del Poder Ejecutivo, con el objetivo de unificar y sumar esfuerzos para combatir esta plaga, y que la aplicación de los recursos financieros sea efectiva, evitando brotes de la enfermedad que afecta a los cafetos.

No debemos olvidar que las crisis que se ha sufrido con este cultivo son recurrentes. El precio del café se determina mediante los índices de la Bolsa de Nueva York, y muchas veces nuestros paisanos están desprotegidos ante los vaivenes financieros internacionales.

En los últimos 35 años hemos dejado de consumir café. No sé a ciencia cierta cómo esté ahora el consumo per cápita, pero en la década de los 70 alcanzaba cinco kilos anuales. Hoy estamos muy lejos de esa cifra.

El mejor nicho comercial que pueden tener los productores veracruzanos somos nosotros. Las cosechas de café no alcanzarían para el consumo de los mexicanos, pero hemos dejado de hacerlo. Nuevas modas, nuevas formas de entender el concepto de “salud” y otros hábitos de consumo rigen hoy nuestra vida.

Hace algunos años se trabajó y logró la denominación de origen del café veracruzano. No sé qué ha pasado con esto, si trajo beneficios o no. También hemos visto cómo se ha ramificado las actividades de los productores. Antes sólo nos vendían el grano molido. Ahora obtienen un plus mediante sus propias cafeterías, para deleite de quienes aquí vivimos y los que nos visitan.

No debemos olvidar que la siembra responsable del café ayuda a mantener el equilibrio ecológico, nuestro Bosque de Niebla y nuestro entorno. No sólo es una actividad productiva, también es importante en la armonía de la biodiversidad.

Las 20 mil hectáreas afectadas por la roya son una gran extensión de terreno. Son muchas familias las perjudicadas. De ahí la importancia de este tipo de reuniones de trabajo, para analizar las mejores opciones y aplicar con mayor eficiencia los recursos económicos, que de por sí no alcanzan. Bien por las autoridades que voltean a ver hacia el campo. Bien por nuestros y nuestras productoras del aromático. Ojalá todo sea por el bien de Veracruz.

Por hoy es todo. Le deseo un excelente miércoles y nos leemos en la próxima entrega.