¡Llévelo! ¡llévelo! ¡bara! ¡bara! grita el vendedor de frutas de la esquina. Sus gritos hacen sin duda voltear la mirada a su puesto para ver si es una oferta extraordinaria y aprovechar la situación.
Creo, tuvo que entrarle al grito, pues sus cartulinas no eran suficientes para vender a pesar de que, por ejemplo, las uvas tenían un cartón que decía: “llévelas por diez pesos”. Mucha gente se acercó ante tanta ganga, pero ya cerquita estaban las letras chiquitas: “el medio kilo”.
Algo así le pasó al Servicio de Administración Tributaria con el famoso Régimen de Incorporación Fiscal (RIF).
A principio del 2014, dio muchas facilidades a los que se incorporaran y dejaran la informalidad, entre las que estaban no pagar impuestos el primer año como el Impuesto Sobre la Renta (ISR), Impuesto al Valor Agregado (IVA) e Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS); si tenían operaciones con el público en general; y posteriormente, el impuesto a pagar se iría incrementando progresivamente hasta el periodo de diez años (plazo del RIF), además de que habría descuentos en las cuotas sociales principalmente.
Pasaron unos meses y ante el desinterés de los informales en convertirse en formales, el presidente Kike Peña sacó un Decreto el cual brindaba un paquete social con acceso al IMSS e Infonavit.
Realmente sonó atractivo, mas no fue suficiente para incentivar a 28 millones de personas que pertenecen a la informalidad, pues tan sólo en casi nueve meses, no han ingresado siquiera un millón de personas.
Pero el gobierno insiste y más, puesto que los ingresos del país por petróleo han caído y hay que llenar los huecos de ingresos… ¿de dónde? pues de los impuestos de nuevos contribuyentes.
Ante esta carencia y la excesiva informalidad, el gobierno ha cambiado de estrategia, como el vendedor de frutas. Ahora ha iniciado el programa “Crezcamos Juntos” con el cual piensa acabar con la informalidad poco a poco, por lo que hará campaña en tierra, aire, comunicación digital, redes sociales, etcétera; solo falta que hagan hasta un capítulo en La Rosa de Guadalupe.
Pero le cuento: el gobierno está muy interesado en la incorporación que lo ha dejado notar hasta en el slogan de campaña de Crezcamos Juntos, poniéndole “¡Ser formal conviene!”
Hace unos días, el presidente arrancaba con el programa, el cual involucra a las instituciones siguientes: Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit), Nacional Financiera (Nafin), Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), Instituto Nacional de Emprendedores (Inadem), Instituto del Fondo de Fomento y Garantía para el Consumo de los Trabajadores (Infonacot).
Desde luego que suena muy atractivo, pues la mayoría de las personas informales no tiene seguro social, ni casa, además de que muchos no tienen un apoyo económico para ampliar su negocio y aquí con los préstamos que se le pueden otorgar, puede hacerlo.
Además, no cabe duda que el gobierno quiere cumplir su propósito, pues concentró todo en una página de internet (http://www.crezcamosjuntos.gob.mx/) para que allí encuentre lo que busca, información general y requisitos.
Ahora que escribo todo esto, pienso en que el señor informal de la frutería y el SAT se parecen mucho, ponen sus estrategias para vender, pero siempre existen sus letras chiquitas.

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