*Don Porfirio Díaz redactó su propia obra de teatro…

*Por más de 30 años disfrazándose de soldado, con gorro de plumero….

*Don Miguel Hidalgo y Costilla repicó las campanas el 16 de septiembre de 1810

“Cuando el pueblo salta sus barreras, casi ningún esfuerzo es bastante poderoso para detenerlo”.

Guadalupe Victoria.

No es solamente salir al balcón central, lo mismo en Palacio Nacional como en la capital de Veracruz, Xalapa, en la sede del poder ejecutivo, y gritar el Viva México y mencionar a quienes dieron patria y libertad…cuando nuestra historia está llena de héroes que participaron en la Independencia, ahora que celebramos esta gesta heroica del padre de la Patria, don Miguel Hidalgo y Costilla, y redactando estas modestas palabras, al lado de mis nietas, me comentaban y estuve de acuerdo, en publicar una columna distinta a las que aparecen todos los días año…

Casi podemos asegurar, ellas interesadas en la historia de México, que es una lección de primaria, pero vale la pena recordar expresiones que pasaron a la vida de este país de las reformas, en estas aspiraciones, en estas emociones de quienes fueron protagonistas de este pasaje del México en pie de lucha y de guerra civil….

Por ejemplo….don Miguel Hidalgo y Costilla, sacerdote jesuita y verdadero líder de la Independencia, señaló:

” Siendo contra los clamores de la naturaleza vender a los hombres, quedan abolidas las leyes”, agregando que “La lengua guarda el pescuezo”. Mientras que Ignacio Allende, dejaría:

“Sin importar el tamaño de la ciudad o pueblo en donde nacen los hombres o las mujeres, ellos son finalmente el tamaño de su obra, del tamaño de su voluntad de engrandecer y enriquecer a sus hermanos”…..

Analizando fue don Miguel Hidalgo y Costilla quien heredó a los mexicanos frases acertadas y famosas, mencionando la siguiente:

“El indulto es para los criminales, no para los defensores de la patria”

Sin que la Corregidora de Querétaro, que jamás pensaría que llegaría a su ciudad el astro del futbol mundial, el brasileño Ronaldiño, doña Josefa Ortiz de Domínguez, se quedaría atrás, dejando esta frase:

¡“Tantos soldados para custodiar una pobre mujer, pero yo con mi sangre les formare un patrimonio a mis hijos”!

Recuerdo que en una obra de teatro en la primaria en Teocelo, entre bromas y chascarrillos, los que se sentían patriotas, le entraron a los actores, gastando su dinerito para los protagonistas, Allende, Hidalgo, Morelos, la Corregidora y solamente para que dijeran y eso equivocadamente:

¡Viva la independencia! , ¡Viva la América, ¡ Muera el mal gobierno¡

Y en cuanto a la educación, don José María Morelos y Pavón, nos explicó:

¡Que se eduque a los hijos del labrador y del barrendero como a los del más rico hacendado!

Para concluir esta columna en esta noche mexicana…publicamos este comentario del arquitecto Julio Contreras Díaz…

SAN PORFIADO DÍAZ…

Si conocen a un Porfirio, felicítenlo hoy en el día de su santo. San Porfirio (del griego porphyrion, «con color púrpura»), mártir en el año 362, tuvo un verdadero conocimiento de su oficio como actor, de ahí el apodo de EL MIMO o el comediante. Cuenta la leyenda que actuando en las cortes del emperador Juliano el apóstata (el que reniega de las creencias en que fue educado), al seguir el guión de la obra, se pitorreaba del sacramento del bautizo.

Juliano, con su bolsa de palomitas, disfrutaba y aplaudía con verdadero ahínco. Casi al final, en la última escena, Porfirio el Mimo (debió haber sido hermano de Lalo), recibió la «gracia divina», y de rodillas imploró que fuera bautizado en la fe cristiana. De momento todos pensaron que era parte del show, pero el Juliano con tremendo colmillo retorcido, al advertir que eso no era actuado, mandó a decapitar al comediante, corriendo el telón de esa tragicomedia.

Otro Porfirio, que no era mimo, pero que actuó por más de treinta años como presidente de México, redactó su propia obra de teatro. En esta obra, él era el protagonista; se disfrazaba de soldado, con gorro de plumero, medallas e insignias colgadas al pecho y espada envainada. La locación era el Palacio Nacional; la función estelar era presentada todos los quince de septiembre.

Aparte de los lagartijos que lo acompañaban desde arriba, su público eran los miles de acarreados, famélicos, huarachudos y calzones rotos, que le festejaban su santo y cumpleaños, al unísono grito de VIVA MÉXICO, y el Don, apurado, repicaba las campanas tal y como lo hizo, el cura Don Miguel Hidalgo y Costilla, la madrugada del 16 de septiembre de 1810. Cosas que pasan.

Amigos, recuerden que «la libertad consiste en poder hacer lo que se debe hacer»

Ánimo ingao…!!!

Con el respeto de siempre Julio Contreras Díaz

Atención!… Firmes!!!!…. Yaaaa!!!! Saludar!!! Ya…!!!!

Remato:

En Querétaro, un burguesito

En las redes se ha manifestado

Ronaldiño ya escuchó el grito

De un racista desgraciado