Buen día apreciado lector:
Mejor título para su sexto libro no pudo encontrar Sergio González Levet.
Escrito sobre temas de personajes y costumbres de los pueblos de nuestros tiempos que se han ido haciendo viejos a la par que nosotros, en tanto con ese correr del tiempo nos vamos volviendo precisamente esos personajes de los que hoy nos ocupamos.
Lo dice el mismo autor en su ficha curricular cuando afirma que “No es por presumir, pero yo nací en Misantla. Hace tantos años, que muchos me consideran una persona madura, aunque no tantos como para que ya pueda tener credencial del Inapam, con todas las ventajas que conlleva.
Ya llegará ese día…”.
La presentación de su nuevo libro fue al mediodía del viernes pasado allí en el suntuoso auditorio del Colegio de Notarios de Xalapa, en la céntrica calle de Nicolás Bravo donde este reportero –no es por presumir- tuvo la oportunidad de compartir butaca con gente del nivel del laureado Maestro Guillermo Zúñiga Martínez, leyenda de la educación; del insigne abogado y periodista Melitón Morales Domínguez; don Carlos Brito Gómez y Gonzalo Morgado Huesca, emblemas de la actividad política del Veracruz de ayer y de hoy, así como los queridos amigos Eleaney Sesma y Noé Valdés, profesionales del periodismo estatal.
Con un extraordinario poder de convocatoria de alto nivel que reflejó la presencia de muy importante gente del medio como los influyentes columnistas Arturo Reyes Isidoro, José Valencia Sánchez, Raymundo Jiménez, Manuel Rosete Chávez, Joaquín Rosas Garcés, José Ortiz Medina, Cecilio García Cruz, Virginia Durán Campollo, el líder de los caricaruristas Marcos Cruz Tlacuilo, el genial Alberto Morales y el mítico don Miguel López Azuara.
Entre tanta gente de renombre asistieron Angeles Sánchez, Carolina Viveros García, Octavia Ortega Arteaga, Francisco Saucedo Ramírez, Leonor de la Miyar Huerdo, José Luis Santiago López, Domingo Alberto Martínez, Edda Arrez, Carlos Luna Escudero, Omar Zúñiga Adán,Sandra Soto y Silvia Domínguez, entre otros.
Por supuesto los familiares de Sergio: su esposa Elsa de León y sus hijos Mariana y Camilo y los presentadores Efrén Ortiz Domínguez, Guadalupe Flores Grajales y Armando Ortiz.
Fue precisamente Armando quien nos apantalló vivamente con su intervención al señalar que Pueblo Viejo es la obra que cada escritor quisiera hacer sobre el lugar donde nació; que ahí el autor cuenta con buena memoria, porque son precisamente los recuerdos los que lo mueven a crear una novela fragmentada, y que a su vez, es una colección de relatos que se van hilvanando y recrean la atmósfera de antaño.
Recordó además que con este libro se inaugura la nueva serie narrativa de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz (UPAV) donde el periodista Uriel Rosas Martínez, impulsor anual de premios nacionales a periodistas desarrolla una tarea de trascendente responsabilidad.
“Las historias de Sergio se van contando de una forma muy fluida y nos van dejando un sabor a nostalgia que nos invita a buscar en nuestros propios recuerdos, a comparar con nuestras propias anécdotas y ver que hay muchas coincidencias; porque como quiera que sea, vivamos en una ciudad como Xalapa, nosotros seguimos sintiéndonos como de pueblo, como aquél que conserva sus tradiciones”, explicó Armando.
Y fue precisamente en ese momento que los recuerdos del propio pueblo llegaban a la mente de este reportero recordando a la vecina de la casa paterna de Acayucan, doña Esther, la que todo el día estaba sentada a la puerta de su casa viendo pasar a la gente, para luego contar a su manera, todas las historias, vida y milagro de sus paisanos.
O de aquel viejito cátrin que se sentaba en las bancas del parque, al que el sacristán de la iglesia solía acusar de hostigar a los chamacos a los que decía: “muchachos sabrosos” y que ante la autoridad él aclaraba que molesto con la chamacada les gritaba: “¡muchachos babosos!”.
En fin, fue una muy grata reunión como pocas se nos habían presentado en los últimos complicados y difíciles tiempos.
Nos hicieron falta amigos como don Froylán Flores Cancela y Manuel Santiago Escobar, que dijera Sergio, “no es por presumir”, pero son de Misantla.
A PROPÓSITO DE PUEBLOS: ALMOLONGA
Almolonga, un pueblo muy cercano a Xalapa, como los viejos pueblos veracruzanos celebra desde ayer las fiestas patronales de San Miguel Arcangel.
Muchos lo recuerdan por las viejas y terribles historias que como en nuestros tiempos sacuden a las familias, pues de ahí dicen, salió el grupo de “la Mano Negra” y Manuel Parra, al que se decía mató por encargo en el Café Tacuba de la ciudad de México en 1936, al gobernador electo de Veracruz Manlio Fabio Altamirano.
Para llegar allá hay que enfilarse rumbo a El Castillo, pero hay muchos tramos de la carretera que están para maldecir, llenos de baches profundos que hacen peligrosa la circulación.
De plano hay que armarse de paciencia y pedir a algunos habitantes de los lugares afectados que traten de arreglarlos por iniciativa propia, a cambio de una lana de los turistas porque quién sabe cuándo intervengan los responsables oficiales.
Ayer ahí pude saludar a mis amigos la contadora María Carreto y el abogado Enrique Pineda, así como al muy apreciado abogado Humberto Frutis, que se ve muy mejorado de una afección en su salud, y a su señora esposa Irma Carreto.
Ellos están muy contentos porque Valeria, la hija de María y Enrique estuvo de visita. Ella es una joven que se ha superado profesionalmente, es contadora pública y actualmente ocupa una importante posición en la secretaría de Economía del gobierno federal, en el DF. Enhorabuena.
Que tengan los lectores una semana de éxitos.
gustavocadenamathey@nullhotmail.com