“Periodismo: El mejor oficio del mundo.”
Uno de sus libros se titula “El Otoño del Patriarca”, tristemente podemos decir que en esta ocasión el otoño nos llegó, sin el patriarca de las letras, naturalmente me refiero a Gabriel García Márquez, quien falleció el pasado 17 de Abril en la ciudad de México. Por lo antes mencionado, las cuatro columnas del mes de octubre serán dedicadas a despedir al gran escritor colombiano-mexicano ganador del Premio Nobel de Literatura.
Gabriel García Márquez siempre declaró su pasión, entrega, dedicación, y amor al periodismo, su gran carrera literaria estuvo ligada al periodismo. Es por ello que el 7 de octubre de 1996 en la LII Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa, realizada en los Ángeles, Estados Unidos, pronunció el discurso inaugural en su calidad de Presidente de la Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano, el cual tituló: “Periodismo: El mejor oficio del mundo”. (Gabriel García Márquez, Yo no vengo a decir un discurso, Literatura Mondadori, Primera Edición, Octubre de 2010.)
El discurso es una verdadera joya, de entrada García Márquez señala que para él, “el periodismo escrito es un género literario”. Es decir, los verdaderos periodistas también son artistas. Realiza un pequeño recorrido histórico del periodismo en su natal Colombia, explicando que los únicos medios de información eran los periódicos y la radio, no existían escuelas de periodismo y por eso manifestó que el periodismo se aprendía haciéndolo.
“El periodismo cabía en tres grandes secciones: noticias, crónicas y reportajes, y notas editoriales. El ingreso a la cofradía no tenía ninguna condición distinta del deseo de ser periodista, pero hasta los hijos de los dueños de periódicos familiares- que eran la mayoría- tenían que probar sus aptitudes en la práctica. Se necesitaba tener el alma bien templada, porque los recién llegados pasaban por unos ritos de iniciación semejantes a los de la marina de guerra: burlas crueles, trampas para probar la malicia, reescritura obligada de un mismo texto en las agonías de la última hora. Era una fábrica que formaba e informaba.”
En toda la primera parte del discurso por las características de cómo describe al periodismo, realiza un claro y merecido elogio a los periodistas y más cuando literalmente manifiesta: “La misma práctica del oficio imponía la necesidad de formarse una base cultural, y el mismo ambiente de trabajo se encargaba de fomentarla. La lectura era un vicio profesional.” Sin embargo, muy al estilo de García Márquez sin importarle el foro pronto llegó la crítica, para él, algo había cambiado en el periodismo y el cambio no había sido positivo.
Con el transcurso de los años llegaron las universidades para periodistas y la lógica indicaría crecimiento, profesionalización, pero sucedió todo lo contrario, ¿Cuál sería la causa?, señala García Márquez que para dar el discurso en mención entrevistó alumnos, maestros, periodistas, etc. y señalaré algunas respuestas que recibió: “Se nota apatía por el pensamiento teórico y la formulación conceptual.” “Parte de esta situación es la responsabilidad de los docentes, por la imposición del texto como obligatorio, la fragmentación de libros con el abuso de las fotocopias de capítulos, y ningún aporte propio.” “Somos los profesionales de la fotocopia.”
Por la falta de rigor, vocación, formación, profesionalización, ética, el periodismo se encuentra en una verdadera crisis, ahora no tan sólo no sé están formando verdaderos periodistas, sino que se está mal informando a la sociedad y el ejemplo que nos regala García Márquez es el siguiente: “El empleo desaforado de comillas en declaraciones falsas o ciertas permite equívocos inocentes o deliberados, manipulaciones malignas y tergiversaciones venenosas que le dan a la noticia la magnitud de un arma mortal, porque el autor se atrinchera en su derecho de no revelar la fuente.”
Por supuesto que tocar el tema del periodismo es un asunto delicado, la postura no es una crítica general, despiadada, apasionada. Los periodistas tienen mi respeto, reconocimiento y admiración por ejercer en estos momentos una profesión tan delicada y riesgosa. Pero es innegable que la responsabilidad del ejercicio es enorme y si bien García Márquez señala que para él, el periodismo escrito es un género literario, ésta afirmación de un grande de las letras debe provocar orgullo y emoción por otorgar al periodista la categoría de artista, pero como diría la periodista y poetisa mexicana Margarita Michelena, hay que tener cuidado de no convertirse en un artista con (h), es decir, artista que harta.
Finalmente ¿cómo saber si tengo o no vocación de periodista? García Márquez nos deja la siguiente reflexión: “Nadie que no haya nacido para eso y esté dispuesto a morir por eso podría persistir en un oficio tan incomprensible y voraz, cuya obra se acaba después de cada noticia, como si fuera para siempre, y no concede un instante de paz mientras no vuelve a empezar con más ardor que nunca en el minuto siguiente.”
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