Ayotzinapa tuvo un “efecto mariposa” sobre el gobierno federal, el que apenas hace un mes era “felicitado” en todos los foros internacionales por las reformas realizadas; actualmente con la doble criminalización de los normalistas: por ser pobres y jóvenes, aquella ejercida por el gobierno municipal de Iguala; hecho que evidenció la barbarie de la clase política del PRD, quien gobierna a esa entidad federativa desde 2005, gobernadores que no se diferenciaron en su forma de gobernar del PRI, siendo un estado de caciques políticos, basta recordar a la familia Figueroa, quienes se acercan mucho al estilo personal de Ángel Aguirre Rivero, un tránsfuga del PRI.

Un político de la era paleopolítica, como lo es Ángel Aguirre Rivero con la falacia de la alternancia al transformarse en un político converso vino a finiquitar la historia del PRD, un partido político que nació en 1989 con una serie de personajes y valores políticos que permitieron luchar en contra del fraude electoral del sistema político mexicano; empero con el paso de los años, el fraude electoral por el cual nació, lo inoculó y hoy se sostiene por unos políticos de baja estofa que como buenos mercaderes subastan a sus militantes, a candidatos a cualquier puesto de elección popular o de partido; y que dentro de esas paradojas de la vida política en México, a su símbolo político, Cuauhtémoc Cárdenas lo agredieronlos anarquistas por culpa de quienes destruyeron todo vestigio de ética política con la cual nacieron como partido político.

Regresando al “efecto mariposa”, éste tuvo repercusiones geopolíticas, como lo fueronfrente al Departamento de Estado de Estados Unidos, a la Organización de las Naciones Unidas (OEA), y con el Parlamento Europeo, quienes piden suspender el Acuerdo firmado entre la Unión Europea con México; a lo que hay que agregarle el descarrilamiento de una de las reformas que más le apostó el gobierno federal, como lo fue la reforma energética, ya se afectó con el costo del barril de petróleo que bajó a 75 dólares, caída que no se había presentado en muchos años. Por supuesto que ante esta nueva realidad, la pregunta es ¿a quién o qué empresa le interesa invertir en un país donde la violencia institucionalizada hacia sus jóvenes?. Esto al menos en el plano de las inversiones, ni que decir de la cara noble de la globalización como son los derechos humanos.

En este mismo tenor, los medios de comunicación internacionales (The New York Times, Le Monde, Libération, The Guardian, El País) se han encargado de plasmar la realidad actual de México: 43 estudiantes desaparecidos, fosas clandestinas y sin los culpables materiales ni intelectuales de esos hechos, además de la ridícula versión oficial de que no encuentran ni vivos ni muertos a los estudiantes; y quizá lo peor de la imagen de un país: su barbarie.

Es importante reflexionar sobre la metástasis del crimen organizado en el interior del Estado mexicano, el que lo ha carcomido desde los gobiernos municipales y hasta estatales (Michoacán); destruyendo la reforma al sistema jurídico mexicano, particularmente con el nuevo sistema de juicios orales, en donde las policías jugarían un papel fundamental a través de su profesionalización, modernización y sobre todo anteponiendo los derechos humanos; algo que ya desapareció al conocerse públicamente la relación de colaboración de las policías municipales con los diferentes grupos criminales que operan en el estado de Guerrero, y que muy probablemente esto ya tomó carta de naturalización a lo largo y ancho del país.

Por otra parte, la similitud con el fenómeno del 68 en México, independientemente de que también fue un movimiento geopolítico, ahora la masacre hacia los estudiantes lo hizo el PRD y no el PRI, éste siendo gobierno federal fue omiso y cómplice porque el CISEN tenía conocimiento de un narcoalcalde y no hizo nada; por lo tanto, la inaplicación de la ley por parte del gobierno federal está causando un efecto de indignación nacional que ya se observa en un movimiento de insurrección en las escuelas normales de todo el país, así como la solidaridadde las universidades privadas y públicas; inclusive con la cercanía al conflicto del Politécnico Nacional, todo esto se empieza a concatenar y los actos de protesta en Guerrero, con la quema y toma de palacios municipales, además de la toma de casetas de peaje, cuyos signos son más anarquizantes. Todo esto apunta a dos problemas para el gobierno federal: a) una crisis de inteligencia en sus aparatos, y b) cuál va a ser el trato frente a los universitarios del país, que ya es mucho más complejo que el #YoSoy132 de 2012, porque ahora pasó de un movimiento electoral hacia un movimiento social.

Finalmente, y como paradoja en Iguala; el lugar donde se firmó la Independencia de México en 1821, y hoy en este 2014 aparece como el municipio donde evidencia a México como un país que jamás será moderno en su totalidad y que prevalecerá el “México Bárbaro” gracias a su pequeña, corrupta, voraz y envilecida clase política que habita en todos los partidos políticos.