«El luto humano»
El 20 de noviembre del presente año se cumple el centenario del natalicio de José Revueltas (1914-1976). Revueltas fue un gran escritor, guionista, activista político, pero sobre todo, Revueltas ha sido para México una consciencia crítica que tanto nos hace falta en estos tiempos difíciles. Conocer su obra literaria es prácticamente conocer su pensamiento político, porque Revueltas varias veces declaró que su obra jamás se apartaría de la realidad por más cruda y cruel que fuera, sobre la obra de Revueltas el Doctor Jaime Labastida señaló: “Una lección no sólo literaria, por supuesto, también humana, de conducta revolucionaria.”
Por lo antes manifestado el presente mes será dedicado a conocer parte de la obra de José Revueltas, y el primer libro que inaugura el mes titulado, “Revueltas el revolucionario”, es la novela: “El luto Humano” publicada en 1943 la cual constituye una de las obras más importantes en el género novelístico de Revueltas.
Es importante señalar que con Revueltas prácticamente se inicia una revolución en la forma de narrar, (recordando los otros dos momentos fundamentales con “Al filo del agua” de Agustín Yáñez en 1947 y “Pedro Páramo” de Juan Rulfo en 1955), por eso “Revueltas el revolucionario”, porque su obra al describir la realidad se convierte en una lectura moderna, universal y critica. Lo moderno consiste en la técnica narrativa a la que se le llama “perspectiva múltiple”, Lo universal se encuentra en la problemática existencial, (Dios, el sentido de la vida y de la muerte, etc. todo desde un contexto nacional) y la crítica consiste en la capacidad cuestionadora de todo lo establecido, en éste caso el régimen revolucionario.
La interpretación y el aporte de la novela “El luto humano” se puede realizar desde diferentes puntos de vista, en aparentemente tan poco contenido, Revueltas supo tocar gran variedad de temas, sin embargo, hay algo concreto, certero, que no se debe omitir y es el fracaso de la Revolución Mexicana, derivado de éste fracaso Revueltas en 1943 a través de ésta obra, afirmaba que el futuro de México estaba mutilado, porque la revolución había muerto.
En “El luto humano” todos los personajes tienen un final trágico (la propia vida de Revueltas fue grande, pero trágica). La novela inicia con la muerte de Chonita hija recién nacida de Cecilia y Úrsulo. Adán quien bíblicamente representa al primer hombre e hijo de Dios, en el pueblo donde se desarrolla la historia era un simple matón a sueldo. Por diferentes circunstancias Adán había asesinado a Gabriel su excompañero, a muchos cristeros, y el crimen más odiado y con repercusiones hacia el futuro había sido el de Natividad, un hombre que representaba el liderazgo, el progreso, “Natividad era un hijo de las masas”.
Después de muchos crimines ordenados, ejecutados y pagados por los de arriba, Adán recibió la orden de asesinar a Úrsulo quien se había convertido en el nuevo jefe de los huelguistas. Resulta importante señalar que el origen del nuevo liderazgo de Úrsulo fue porque él sabía que su mujer Cecilia no sólo había sido mujer de Natividad, pues ella guardaba en baúl cerrado el corpiño con la mancha de sangre que representaba su primera vez y sobre todo el amor entre ella y el desaparecido Natividad, sino que Cecilia además de amar a Natividad lo admiraba, por lo tanto, Úrsulo tenía que seguir los pasos del antiguo líder y amor de su mujer.
Adán decidió no asesinar a Úrsulo, había sido un hombre cruel en toda la extensión de la palabra, pero Úrsulo no sabía la decisión de Adán. La noche en que murió Chonita fue Adán quien acompañó a Úrsulo a buscar al cura para que le diera una despedida cristiana que la condujera al cielo. En el trayecto de ida Úrsulo pensaba que en cualquier momento sentiría la estocada final, pero Revueltas que también está inmiscuido en la historia manifiesta:
“Si tuviera un machete, una pistola, y si su hija no hubiese muerto hoy, Úrsulo lo mataría. Porque Adán era hijo de los animales; de los animales precortesianos que tenían algo de religioso, bárbaro y lleno de misterio y de crueldad. Aunque también Úrsulo descendía de esos mismos animales.”
Mi estimado lector, la mejor manera de iniciar los festejos del centenario de José Revueltas es leyendo la historia completa, pero le anticipo que la parábola o metáfora transmitida por Revueltas a través de sus personajes que representan símbolos, es por ejemplo que Cecilia representa la tierra que no sabe cultivar Úrsulo, y Natividad quien representa al hombre lucido, revolucionario, quien si podía amar y cultivar la tierra había sido asesinado, luego entonces, de todo esto se va desprendiendo parte del fracaso de la revolución.
Nadie puede negar la esperanza depositada en que la revolución resolvería muchos de los problemas de México, pero: “¡Encontrar la revolución! Como si la revolución fuese una persona, una mujer, y se la buscase tangible, física, delimitada. Encontrar la revolución, ir, tomarle la mano, unírsele tan verdaderamente que de ella pudieran nacer los hijos, las casas, las tierras, el cielo, la patria entera.”
Para José Revueltas la revolución era el camino para cambiar la realidad, pero nuestra revolución con su reforma agraria como Chonita estaba muerta, por eso Revueltas señala: “La revolución era eso: muerte y sangre. Sangre y muerte estériles; lujo de no luchar por nada sino a lo más porque las puertas subterráneas del alma se abriesen de par en par dejando salir, como un alarido infinito, descorazonador, amargo, la tremenda soledad de bestia que el hombre lleva consigo.”
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