Walt Whitman con meridiana sabiduría afirmó: “No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento, no permitas que nadie te quiete el derecho a expresarte, que es casi un deber. No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario. No dejes de creer que las palabras y las poesías si pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase, nuestra esencia está intacta. Somos seres llenos de pasión. La vida es desierto y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa: tú puedes aportar una estrofa. No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre…”1
Tú eres libre, para creer y crear un mundo espectacular, maravillándote con el milagro del nuevo amanecer, para viajar ligero de equipaje, recordando que la divisa es el cambio, porque nada es para siempre, ni lo bueno… ni lo malo.
Tú eres libre, para tener la habilidad de edificar un proceso vital, de enseñanza-aprendizaje, de historias y aventuras, de tropiezos y satisfacciones, sabiendo que la vida es una excepcional travesía de un sólo viaje, en el que no te des tiempo para escuchar el canto de la sirena, que busca socavar tu alma.
Tú eres libre, de mirarte al espejo de la vida, de la mano de tu maestro interior, para tirar emociones toxicas, llenas de dolor y melancolía, para aliviar los fantasmas del miedo, del desaliento, para atenuar el ego, para trabajar en el desapego… para crecer y evolucionar.
Tú eres libre, para entender que tu existencia es un alfa y un omega, nacimiento y retorno al punto de partida, para adentrarte a los entresijos de tu maestro interior, a tu inteligencia suprema, para que tengas la magia y la virtud de revelar tu destino, redescubriendo tu ser, para saber que el abandono o la abundancia están en tu interior, para encontrar el ¿para qué? de tu vida.
Tú eres libre, para vivir en el círculo vicioso que genera tu zona de confort, que te da un mundo fragmentado, o detonar tu potencial e ir al círculo virtuoso del amor, que revela tu luz, convirtiéndote en un ser completo, auténtico, con autoestima elevada.
Tú eres libre, para saber que la clave “es seguir siendo joven… hasta morirse de viejo” para encontrarte contigo mismo, para alegrarte de la bendición de amar, de ser amado, de soñar y mirar al infinito, sabiendo que “tu límite es el cielo…” ahí donde te invito a que aniden tus sueños y esperanzas.
Tú eres libre, para mantener una excelente relación contigo mismo, porque nadie puede dar lo que no tiene, dándote tiempo para priorizar “el ser, sobre el tener”, para vivir con una excepcional calidad y calidez.
Tú eres libre, para pensando positivamente, estimular tu alma, para que seas capaz de construir el camino hacia tu felicidad, para “edificar los momentos espectaculares… porque los malos llegan solos”
Tú eres libre, para escuchar la voz de tu corazón y reconectarte con la fuente del amor incondicional, viviendo la plenitud de tu presente, para centrar tus sentidos corporales y extra corporales en el HOY, que te lleven a valorar, aprender y vincularte a la sabiduría suprema; que te auxilie a interpretar los signos y señales; que te ayuden a viajar por el camino de la auto transformación y comprender que ¡eres uno con el todo!
Tú eres libre, para elegir el pesimismo o el optimismo; mientras el primero te enerva los sentidos, el optimismo te lleva a gozar la inigualable policromía de cada amanecer, sabiendo que está hecho especialmente para ti, reconociendo que “la curva más sexy del ser humano… es una sonrisa”
A propósito resulta que Vetusto, fue condenado a 10 años de cárcel, acusado –por hambre– de abigeato; a los pocos días de haber ingresado, le cae una fuerte infección en la boca, que generó lo llevaran al dentista, este después de combatirle la infección, le extrajo cuatro dientes. Días después fue operado de emergencia de apendicitis. Después, la diabetes originó que le amputaran una pierna. Un día trabajando en la carpintería de la prisión, se amputo accidentalmente dos dedos. A las semanas le extirparon las anginas. Entonces fue llamado a la dirección del penal; el director en tono serio le reclamó: –– ¡Mira ‘abrón!, de HOY en adelante te vamos a vigilar mucho, porque con mi sabiduría he descubierto que tu treta… ¡ES IR SALIENDO EN PARTES!
1 http://www.personarte.com/whitman.htm
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