“Las cenizas”

Con la presente columna se concluye el mes dedicado a José Revueltas (1914-1976). Hoy en día a pesar de que hay muchos emuladores de Revueltas en las calles, su obra es poco conocida, es verdad que Revueltas es un ejemplo de consciencia crítica, de activismo político, siempre mantuvo una actitud de protesta ante el Gobierno, lo que le ocasionó estar dos veces en las Islas Marías y terminó encarcelado en Lecumberri por su participación en el movimiento estudiantil de 1968.
Su actitud de lucha por supuesto que debe servir de ejemplo, pero no se debe imitar a Revueltas sin leerlo. José Revueltas ante todo fue un hombre de letras y aunque no le gustaba el término intelectual, él, lo fue sin ninguna duda, porque influía en la sociedad pero con responsabilidad, por eso Revueltas declaró: “Si aceptamos la palabra intelectual no en su sentido peyorativo sino en su sentido lato, el intelectual representa parte de la consciencia social e histórica de su tiempo. Entonces de aquí se deriva su compromiso inmediato: si representa parte de la consciencia debe ser al mismo tiempo una persona actuante dentro de su terreno como escritor, actuante como filósofo, como articulista, como pensador en la labor que desempeñe.”
Hoy con la distancia de los hechos y el análisis de su obra, se puede afirmar que los golpes más certeros que dio Revueltas a través de su crítica, no fueron precisamente las grandes manifestaciones, toma de calles, actos de violencia, etc. su mayor aporte en aquellos años y sigue vigente, está en su obra completa.
Como José Revueltas todavía tiene mucho que decirnos, presento: “Las cenizas”, obra literaria póstuma de Revueltas, recopilada por su hija Andrea Revueltas (1939-2010) y su esposo Philippe Cheron. La obra se integra por fragmentos de novelas, cuentos, relatos y poemas, y como elegí presentar la obra cuentística de Revueltas sólo me referiré a la segunda parte de “Las cenizas”, integrada con los siguientes cuentos y relatos.
“Foreign Club, El Colegio alemán, En el principio fue el caos…, Las cenizas, Parábola del espantapájaros, Natalia, El encuentro, El diario del doctor Pangloss, Necesitado de vejigas para hacer metáforas, Pérez con alas, Ricardo Corazón de León, Cogito, ergo sum… o las dificultades de llamarse de alguna manera, La frontera increíble, El árbol último, In memoriam, ¿Por qué?, El árbol Martínez, Ejercicio para probar nueva pluma, Acuarium, signo de ema.”
Ningún cuento o relato tiene desperdicio, sin embargo, escogí presentar brevemente “Foreign Club” escrito en diciembre de 1937, porque éste cuento nos enseñará que la obra de Revueltas tiene una vigencia asombrosa y que el sistema político en México no ha cambiado mucho, ni el motivo de las manifestaciones, la violencia y sobre todo los finales, esperemos que la actual crisis que vive México no termine como el cuento.
El cuento “Foreign Club” es dedicado al “Frente único de Trabajadores del Volante”, resulta que el combustible estaba subiendo constantemente y los taxistas muy unidos planeaban una revolución contra el Gobierno. Mientras los taxistas esperaban la hora del ataque, uno de los líderes había conseguido se aprobara unánimemente en el seno del consejo petrolero el alza al combustible y así lograr que subieran los precios de los productos.
El líder con: “Su gran calva, redonda y reluciente” disfrutaba de los placeres de la vida en el “Foreign Club”, junto a él se encontraba “la dama de las ilusiones”, esta dama que tanto le gustaba no estaba provocando lo que él esperaba, pero el problema no era ella, era él que estaba preocupado por la posible huelga de taxistas: “es que siempre me preocupa de todos modos eso de la huelga de choferes por lo de la gasolina.”
La huelga estalló: “¡Abajo el alza de la gasolina! ¡Abajo el imperialismo! ¡Viva la huelga! Ahora caminan en parejas por la amplia vía, sin separarse, sintiéndose mutuamente, hermanos. El Foreign está rodeado de lujosos y enormes automóviles bruñidos, quietos y apagados. En un momento queda la carretera bloqueada por los nuestros. Los carros del Foreign son volteados sin misericordia. Las piedras principian a llover sobre los cristales del palacio donde los señores bailaban y bebían tranquilamente.”
Mi estimado lector, cuando lea el cuento de manera completa comprobará que las formas y el fondo del Gobierno y la sociedad no han cambiado mucho, bueno mejor dicho son idénticas, aun así, alguien podría argumentarme que si hemos cambiado, tal vez sí, pero como dice Schopenhauer: “no es lo mismo cambiar que mejorar.” ¿Viviremos siempre el mismo cuento?
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