“Cien años de Cortázar”
En el presente año se está cumpliendo el centenario del natalicio de Julio Florencio Cortázar (1914-1984). De origen argentino Julio Cortázar es uno de los escritores más importantes a nivel mundial, su obra es amplísima, cuentos, novelas, ensayos, poesía, teatro, desarrolló magistralmente el género epistolar, fue traductor de importantes obras del francés y el inglés, en general un genial escritor del cual Carlos Fuentes se refirió de la siguiente manera: “Para mí, Cortázar es casi un Bolívar de la literatura latinoamericana. Es un hombre que nos ha liberado, que nos ha dicho que se puede hacer todo.”
La mejor manera de celebrar los cien años de Cortázar, es leyendo su obra cumbre titulada “Rayuela”, sobre ésta formidable obra se ha dicho que es una: “Contranovela, Crónica de una locura, El agujero negro de un enorme embudo, Un feroz sacudón por las solapas, Un grito de alerta, Una especie de bomba atómica, Una llamada al desorden necesario, etc.”
“Rayuela” se publicó en el año de 1963 y realmente fue una revolución en la literatura mundial. Cortázar a través de ésta novela clásica y novela insólita, cambió la forma de escribir y podría decirse que también modificó nuestra manera de pensar. En “Rayuela” todo está modificado, la forma y el fondo tradicional no existen, la obra se puede leer de diversas maneras.
“Rayuela” se integra de 155 capítulos desarrollada en tres partes, “Del lado de allá” (ambientada en París, Francia, se lee a ritmo de Jazz), “Del lado de acá” (se desarrolla la historia en Buenos Aires, Argentina, a ritmo de Tangos), y “De otros lados” (ambientada en ambas ciudades). Aunque la obra se puede leer de diversas maneras la recomendada es leer el primer libro del capítulo 1 al 56, es decir, como tradicionalmente se leían las novelas antes de “Rayuela” en lengua española, después se leerá saltadamente, ejemplos: capítulos 73-1-2-116-3-84-4-71-5-81-74, así, hasta concluir en el 131. Es importante aclarar que se concluye la lectura, jamás la historia, el final lo podrá pensar y escribir cada lector o cambiarlo durante toda su vida. Cada quien en su lectura podrá responder si Horacio Oliveira ¿Encontraría a la Maga?
Mi estimado lector, leer “Rayuela” es un verdadero disfrute, pero al mismo tiempo es un reto a la inteligencia y sin pretender leerme pedante, no es exagerado decir que no cualquier lector puede leer “Rayuela”.
Sobre lo antes señalado en la sección “De otros lados” (Capítulos prescindibles), en el número 79 se explica el cambio de la narrativa, y quienes sí y quienes no, podrán ser lectores de “Rayuela”: “Nota pedantísima de Morelli: “Intentar el ´roman comique’ en el sentido en que un texto alcance a insinuar otros valores y colabore así en esta antropofanía que seguimos creyendo posible. Parecería que la novela usual malogra la búsqueda al limitar al lector a su ámbito, más definido cuanto mejor sea el novelista. Detención forzosa en los diversos grados de lo dramático, psicológico, trágico, satírico o político. Intentar en cambio un texto que no agarre al lector pero que lo vuelva obligadamente cómplice al murmurarle, por debajo del desarrollo convencional, otros rumbos más esotéricos. Escritura demótica para el lector-hembra (que por lo demás no pasará de las primeras páginas, rudamente perdido y escandalizado, maldiciendo lo que le costó el libro), con un vago reverso de escritura hierática.”
Morelli es en la obra un escritor consumado que leen los personajes que conforman el “circulo de la serpiente” integrado por: “Horacio Oliveira, La Maga (Lucía), Etienne, Ronald, Babs, Guy Monod, Ossip Gregorovius, Wong, Perico Romero.” Otros personajes centrales en la novela que no conforman el “circulo de la serpiente” pero están relacionados con los protagonistas principales Horacio Oliveira y La Maga, son: “Rocamadour, Pola, Traveler, Talita, Gekrepten, Ferraguto, Cuca”
Todo indica que Morelli puede ser identificado como álter ego (el otro yo) de Julio Cortázar, en el capítulo 99 “De otros lados” Etienne expresa lo siguiente: “Morelli parece convencido de que si el escritor sigue sometido al lenguaje que le han vendido junto con la ropa que lleva puesta y el nombre y el bautismo y la nacionalidad, su obra no tendrá otro valor que el estético, valor que el viejo parece despreciar cada vez más. En alguna parte es bastante explícito: según él no se puede denunciar nada si se lo hace dentro del sistema al que pertenece lo denunciado. Y por eso el escritor tiene que incendiar el lenguaje.”
A través de “Rayuela” Julio Cortázar incendió el lenguaje, escribió de todo, lo ordinario lo hizo extraordinario, lo prohibido lo hizo posible, inventó un lenguaje para los enamorados llamado “Glíglico”, sus personajes amaban y hacían el amor libremente, y con esa misma libertad criticaban los dogmas que nos limitan, un ejemplo es cuando expresan: “El Papa Romano es el cerdo más grande de la historia, pero de ninguna manera el representante de Dios.”
Rayuela es una novela total, su contenido no es contra algo en particular, Rayuela va contra todo lo establecido incluyendo la propia literatura. Es un libro que toca demasiadas cosas, sin embargo, anda buscando un objetivo central que es encontrar a la Maga quien representa el amor, pero no ese amor costumbrista que elegimos para vivir ésta vida prediseñada, prejuiciada, preestablecida, todo pre, pre, pre. La Maga representa el amor que nos dará esa unidad que siempre buscamos y nunca encontramos. ¿Encontraremos a la Maga? O será que hoy a cien años de su nacimiento dónde quiera que esté, ¿Julio Cortázar la sigue buscando?
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