Político pragmático y antidemócrata, paradójicamente al polémico comportamiento asumido en las cuestionadas elecciones presidenciales del 6 de julio de 1988 que le dieran el triunfo al priista Carlos Salinas de Gortari y vilmente se lo arrebataran a Cuauhtémoc Cárdenas, candidato del Frente Democrático Nacional, luego de la famosa frase del político poblano, que en ese entonces era Secretario de Gobernación, de que “se cayó el sistema”, Manuel Bartlett Díaz, se ha convertido ahora en uno de los críticos más severos del sistema y del presidente Enrique Peña Nieto.

Aunque se sabe que no ha renunciado y sigue militando en las filas del Partido Revolucionario Institucional, del que fuera 2 veces precandidato a la presidencia de la República, titular de la SEP y gobernador del Estado de Puebla, este experimentado y veterano político y ahora senador por el Partido de Trabajo, no pierde oportunidad alguna para írsele duro y a la cabeza al gobierno de EPN.

Del mandatario, dice: “Presenta soluciones ajenas a los reclamos, se atrinchera con los suyos, se niega a la autocrítica, defiende inconmovible sus reformas estructurales, los grandes contratos de compinches, los intereses oligárquicos que representa, no altera su ruta insensible. Ante la indignación generalizada y la demanda puntual de justicia para los normalistas, freno a la corrupción, la impunidad, la violación masiva de derechos humanos, continúa atribuyendo la irresurección ciudadana, explosión genuina, a causas ajenas”.

En dos ocasiones senador de la República, Bartlett Díaz, en su artículo El Derrumbe Presidencial, publicado en el periódico El Universal, afirma:

“La presidencia se derrumba en las encuestas, afirma asumir el clamor ciudadano y la responsabilidad de encabezar los esfuerzos necesarios para liberarnos de la impunidad, pero su decálogo no confronta las acusaciones de corrupción personal que lo deslegitiman, señalamiento generalizado”.

“En su discurso de la semana pasada (el presidente) quiso hacer suya la frase “Todos Somos Ayotzinapa. La repitió tres veces tratando de convencernos de su genuina preocupación e indignación por la inseguridad, la violencia y el destino de los estudiantes normalistas”.

Sin embargo, apunta Gerardo Esquivel, el fondo de su comportamiento y su discurso parecían querernos convencer más bien que “todos somos el grupo Atlacomulco”. El presidente cree que evitando el tema de la casa blanca (ese elefante en la sala) todos los mexicanos estamos dispuestos a darle vuelta a la página y disculparle por lo que a todas luces parece un acto no sólo de conflicto de intereses sino incluso de corrupción y de obtención de beneficios personales y familiares. El presidente se equivoca rotundamente por partida doble, ni él es Ayotzinapa, ni todos somos el grupo Atlacomulco”.

De acuerdo a estrategas políticos, el presidente Enrique Peña Nieto está mal asesorado y necesita realizar cambios en su gabinete para salir adelante en la grave crisis social y política que vive el país.

Un gran error, dicen, es que el gobierno ha dejado que se politice la criminalidad del narcotráfico y “haber permitido crecer en la opinión pública la idea de que lo ocurrido en Ayotzinapa fue un crimen de Estado, lo que aprovecharon sus adversarios, interesados en desestabilizar el país”.

EL PILON

En la Secretaría de Protección Civil se encuentran de plácemes porque muy pronto, ya merito, se va la titular de la dependencia a buscar la diputación federal por Coatepec. Los de la empleomanía ¡Ya no soportaban a la lady de Teocelo!

EL PILON 2

Como si fueran las quinceañeras del pastel, que en la mayoría de las veces raya en lo rancio, los aspirantes a la candidatura a la primera magistratura veracruzana a definirse en 2016, se paran en eventos de todo tipo, uno de estos aspirantes estuvo entre los fieles feligreses que el sábado pasado abarrotaron el Estadio Xalapeño “Heriberto Jara Corona” con motivo de la clausura del año jubilar, la entronización de la inmaculada concepción, y la homilía presidida por el Nuncio apostólico en México, Monseñor Cristophe Pierre.

Y otro de estos aspirantes, aprovechando el marco del teletón 2014, dentro del programa “100 mexicanos dijeron” transmitido en el canal 2 de Televisa, hizo alterne con el cómico Adrián Uribe, mejor conocido como el “El Vítor” (un jocoso chofer de pesera del DF), conductor del programa del sábado pasado, en el que los invitados fueron diputados y senadores que “le entraron con su cuerno” a la campaña de beneficencia que año con año lleva a cabo el consorcio televisivo más grande de América Latina y que tiene sindicado el “Teletón” por cierto rafagueado recientemente por el organismo multinacional más importante del planeta, la ONU, que recomendó a México no donar al Teletón, del que se ha documentado esquilma recursos a los que menos tienes y le sirve a empresarios poderosos para evadir impuestos.

Sin restar los méritos o no que tengan los aspirantes, (quienes buscan estar en todas partes para darse a notar entre los potenciales electores), las circunstancias políticas del país generan en automático animadversión a todo lo que huele a política y muchas veces se confunde el activismo de los políticos en tiempos de cólera social. A ver qué pasa.

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