Buen día apreciado lector:

Hasta antes de la histórica conferencia de prensa tempranera que ofreció el miércoles pasado el Secretario de Gobierno Erick Lagos, y la también mañanera presentación en el Congreso local de Eduardo Andrade Sánchez, titular de la Consejería de Asuntos Legales del Ejecutivo, se pensaba que todo salió bien en lo de juegos centroamericanos y cumbre iberoamericana.

Y en general, así fue respecto a lo sucedido los días previos.

Pero después del espectacular anuncio de Erick, negros nubarrones no precisamente a causa del clima invernal parecen ensombrecer el panorama político de Veracruz, por decirlo de la manera más elegante.

Después del famoso “Carbonelazo” de 1974, de los que algunos detalles tocó informar de cerca a este reportero, y el caso de Héctor Yunes en 2010, cuando se disciplinó ante la candidatura del hoy gobernador, pocas oportunidades de algo que podría calificarse parecido a una crisis entre priístas, se han dejado sentir en la entidad.

Pero vamos por partes:

Mientras a lo largo de ese martes nueve de diciembre en la conurbación Boca-Ver se desarrollaron las actividades de los jerarcas mundiales, ese mismo día en una oficina del Palacio de Xalapa expertos abogados daban los últimos toques al proyecto de iniciativa ordenado por el Jefe del Ejecutivo estatal, del que ya había dado indicios que daría a conocer, una semana atrás, en el Velódromo de Xalapa.

Fueron largas horas de sesudos análisis enfocados a persuadir, seducir, fascinar y convencer para su aprobación, a los señores diputados de la 63 Legislatura del Estado.

Ya por la noche, luego que el Estado Mayor Presidencial hizo tres cambios a la hora de salida rumbo a Perú, del Señor Presidente, quien por cierto, a más de un mes de distancia enfrenta sospechosas agresiones publicitarias por el asesinato de normalistas de Guerrero, finalmente a eso de las 21.21, procedente del Casino Naval, en el centro del puerto jarocho, la comitiva de “bestias” (así le dicen a las camionetas) arribó a la base aeronaval de Las Bajadas, luego de una estancia por casi tres días entre las ciudades de Veracruz y Boca del Río. Debe ser récord para el estado.

El Presidente Enrique Peña Nieto se veía cansado pero contento. En el protocolo de despedida no solo lo hizo afectuosamente con el gobernador Javier Duarte de Ochoa, sino con los titulares de los poderes Legislativo y Judicial Anilú Ingram, en su último acto oficial y Alberto Sosa Hernández a los que ya identifica por su nombre con tantas visitas que ha hecho al estado.

LE FUE BIEN A VERACRUZ

Por lo mismo, culminada la Cumbre Iberoamericana así como los Juegos Centroamericanos en varias ciudades veracruzanas, a ojo de buen cubero, se podía afirmar que le fue bien a Veracruz y a México.

Aunque parezca increíble, con el resultado de ambos eventos y a simple vista, nadie puede dudar que Veracruz ha recuperado su imagen de pueblo hospitalario y pacífico.

Y es que a diferencia de hace tres años, cuando la mañana del 20 de septiembre de 2011, las fuerzas de seguridad fueran tomadas por sorpresa al aparecer 35 cadáveres en la zona comercial de Boca del Río, en plena reunión nacional de magistrados y procuradores de Justicia de toda la nación, esta vez se tuvo que exagerar la protección a los jefes de estado que nos visitaron y así todo salió bien.

Claro, salvo que la Poli no dejó llegar a dormir a su casa a Carlos Gil Ortiz, como se quejó en un diario porteño.

En lo general el balance fue positivo para los organizadores tanto del gobierno federal como del estado; y en eso lleva harto mérito el titular del Ejecutivo estatal Javier Duarte de Ochoa, dado que para los juegos centroamericanos que se realizaron en diversas ciudades, ahí no hubo tales excesos y tampoco reproches.

Los medios de comunicación nacionales e internacionales, como El País, de España ya no mostraron imágenes negativas y sí en cambio del folclor, el paisaje y la típica hospitalidad veracruzana.

El Presidente de México en todo momento dio su lugar al joven gobernador y expresó su respeto para los representantes de los otros poderes locales, durante los protocolos de bienvenida y despedida en la base aeronaval de Las Bajadas.

El Avión de Peña Nieto tomó pista y pocos minutos después se le vio surcar los aires veracruzanos en la oscuridad de la noche, rumbo al sur del país para participar en Perú en la reunión de la Alianza del Pacífico.

Entonces el gobernador Duarte soltó la gran emoción que lo embargó al momento, acaso por los exitosos resultados de los eventos internacionales, acaso por el sí presidencial a su iniciativa que a esa hora en el Palacio de Xalapa seguramente ya estaba lista para ser palomeada.

LO QUE SIGUE

Visto lo anterior, en Veracruz ahora “viene lo mejor”, porque no faltarán quienes quieran, otra vez, intentar salpicar de rojo a nuestra Entidad y a esa tarea tienen que abocarse tanto la Secretaría de Seguridad Pública de Bermúdez, la nueva Fuerza Civil, el Ejército y la Marina; no descuidarse, no confiarse, al contrario, seguir firmes en la protección de los veracruzanos y de sus bienes.

Sobre todo por el inminente periodo vacacional, por ello principalmente nos hacen falta los elementos de la Marina en las autopistas, carreteras y caminos de nuestro territorio. Espero los sigamos viendo por ahí en el transcurso de esta temporada navideña.

Que tenga el lector un gran fin de semana.

gustavocadenamathey@nullhotmail.com