* El asilo de la organización Cáritas en Xalapa “Albergue Definitivo” un remanso de paz para muchos pobres
*Las familias Vargas-Marín y Figueroa García cumpliendo con sus labores humanísticas habituales de navidad.
Si bien es cierto que la música -como toda manifestación artística es un producto cultural-, muchos hemos comprobado su labor espiritual, ya que estéticamente tanto el oyente como el ejecutante expresa por medio de ella sus sentimientos más bellos, recurre a circunstancias de emoción, y alimenta positivos pensamientos o ideas innovadoras y sublimes. Eso se pudo comprobar este lunes 22 del presente, al inicio de nuestro invierno, preludio de la “Navidad” en el “Albergue Definitivo” que es una residencia donde Cáritas alimenta y atiende en sus necesidades materiales y espirituales a ancianos abandonados, enfermos desahuciados, discapacitados sin respaldo familiar para que vivan sus últimos días con dignidad y paz. Como su nombre lo indica este servicio es hasta el final de sus vidas o hasta que el mismo residente decida salir. Personas con familia, solventes económicamente, derecho habientes o pensionados de alguna dependencia no son candidatos a ingresar. Este lugar, si el Albergue Definitivo se encuentra en un edificio ubicado en la calle Venus 8, Col. 26 de agosto, Barrio del Sumidero. Hasta allá nos trasladamos dos familias a compartir alegría, entusiasmo, esperanza y fe en la humanidad y el futuro. De esa manera los maestros Rafael Vargas González y Emilia Marín Viveros, conjuntamente con tres de los integrantes de la familia Figueroa García (Olga G. García Segura, Marco Antonio Figueroa García y quien esto escribe) compartimos momentos de solaz espiritual con música, mensajes de amor y una actuación llena de alegría, conjuntamente con el legado de un buen número de libros, que servirán para fortalecer esta etapa tan sublime de las personas de la tercera edad que se encuentra en este asilo; treinta y seis personas y trece más que los atienden en todo. Como ser humano deberá uno ser similar a una casa de huéspedes, pues cada día llega alguien nuevo a nuestra puerta: una alegría, una decepción, algo difícil o doloroso se presentarán como visitantes inesperados. Démosle armoniosa bienvenida y acógenoslos a todos. Tratemos a cada huésped honorablemente, ya que cada persona representa en su momento un legado del creador y más cuando lo que podemos dar es parte de la espiritualidad de la que estamos hechos. Los valores y fuerza espiritual, moral y física se complementan, nacen y se hacen en nombre de las buenas intenciones: Por medio de acciones positivas y que elevan la dignidad humana, propician la libertad de ser uno mismo; los que nos posibilitan encontrar nuestros propios valores, que nos dan conceptos hechos: lo que está bien, lo que está mal, lo que es bueno, lo que es malo. Decidir por uno en dar lo mejor, así compartimos canciones románticas, melodiosas, campiranas y de todo tipo, sabiendo, que en tanto los dejemos decidir a nuestros amigos de la tercera edad la melodía, así decidirán en esta nueva vida y los valores de esta vida, en ser hombre y mujer plena, no ser esclavo de su pasado y tristezas. ¡Claro que muchos bailaron! Pese a sus limitaciones actuales , pero debemos saber que cada vez que respiramos, reímos, cantamos y bailamos; volveremos al hogar de nosotros mismos, creando armonía y alegría interior, estamos realizando un acto de paz. Cada vez que nos contemplemos como iguales, con alegrías y tristezas entre personas; podremos reconocer el sufrimiento que le ha llevado a hablar o a actuar y como un bálsamo milagroso, curar esos males. Cada vez que se es víctima de algún sufrimiento, por medio de compartir ello, surge la compasión de nuestro corazón, y con ello crece la solidaridad humana. Podemos contemplarla con la mirada de la comprensión y el amor, y al verla así, no sufriremos ni haremos sufrir. Estos son los actos de paz, alegría y armonía que podemos compartir con los demás. Recordemos que no solo los bienes materiales podemos dar, sino los más ricos, duraderos y transcendentales de la existencia; los que surgen de los más grandes sentimientos y pensamientos que nos acercan al creador; que son los que enriquecen el espíritu y fortalecen el alma. ¡Estamos! alodi_13@nullhotmail.com