Buen día muy apreciado lector:

Hace muchos años leí en algún periódico que se acercaban “Vientos de Fronda”.

Esto, en referencia a tempestades, problemas sociales, “broncas”, dijeran (con otras palabras) los jóvenes de hoy.

Y las que se avecinan, cuando aún no terminamos de arrullar al niño que recién nació en Belén, serán, de veras, como las de los israelíes y palestinos, las abuelas de todas las batallas políticas.

Sin embargo, a Dios gracias, no las vemos sangrientas como las del lejano oriente.

Creo que fue en la Prepa Nocturna del maestro Gustavo Garrido Segura, de los maestros Fito Cordero, Agustín y Ferrer, allá en Acayucan cuando aprendimos que a mediados de los años 1600 en Francia, en la época de Ana de Austria, del cardenal Mazarino y otros personajes de aquel tiempo, dada la terrible crisis en la economía popular el pueblo ya no se pudo contener y se lanzó a las calles a protestar armados con “frondas”.

El tema viene a cuento por lo que se aproxima con las nuevas disposiciones electorales.

Encontré por ahí que la expresión del título debe su origen al vocablo francés “Fronde” (honda como la que usó David para matar a Goliat), que alude a peleas con pequeños artificios llamados hondas que usaban los grupos de manifestantes descontentos en París, contra autoridades que intentaban reprimirlos.

Vientos de Fronda es pues una expresión que se aplica a toda revuelta o protesta que excede los márgenes previstos.

Quienes tienen la experiencia de vida suficiente aseguran sin exageraciones que el Viento de Fronda es siempre una alerta de gravedad, “pero lo es más aún, cuando el gobierno de turno está atravesado por la perplejidad, la intriga, las conspiraciones de camarillas ministeriales y la ausencia de políticas nobles, fuere por impericia, por imprudencia o por negligencia”.

Así de contundente, y lo peor, dicen que el Presidente no se quiere dar cuenta.

A ver qué sigue.

GUBERNATURA DE DOS AÑOS

A propósito delas minigubernaturas, de las que tanto se seguirá hablando todo el nuevo año, precisamente la de don Fernando Gutiérrez Barrios nos ilustra en parte, porque la que viene aprobada ya por el congreso local, seguramente será una historia mucho muy diferente.

La de don Fer estuvo calculada perfectamente y cuando se dio, sirvió para programar lo que se haría en los cuatro años siguientes.

De esta manera sus años de gobernador fueron para planear, tal como se puede apreciar en el libro “2 Años de Gobierno. Cronología. De la palabra a la acción”, que publicó la Coordinación General de Comunicación Social, a cargo entonces del ilustre periodista Edgar Hernández Rodríguez.

En esa obra destacan muchos detalles, sobre todo la poca obra material que se pudo hacer en la minigubernatura; la grandiosa obra política y los muchos miles de pesos recortados debido a la crisis que obligó a una forzada austeridad jamás vista.

Por cierto, ya que recordamos a don Fernando, habrá que señalar una información que a estas alturas solo suena como contrastante anécdota:

En este libro se describe sobre el día 9 de febrero de 1988:

“Don Fernando Gutiérrez Barrios cesó al Subdirector de Seguridad Pública, Teniente Jorge Luis Márquez Corona, a causa del incidente suscitado en el reclusorio regional de Perote, cuando el funcionario policiaco secuestró durante 8 horas en el interior del penal a dos reporteros que cubrían informativamente el traslado de 166 reos a las Islas Marías. El Mandatario Estatal reiteró su absoluto respeto a la libertad de prensa y al libre ejercicio periodístico”.

¿Cómo la ven?

Oigan, por cierto, ¿ya vieron con cuánta libertad se manejan hoy los comentaristas? Bienvenido paisano a la Dirección de Comunicación Social.

DE PERROS A PERROS

Ayer a eso del mediodía mientras conducía mi coche por Avila Camacho frente al Teatro del Estado, a mi derecha vi en la calle a un joven barbón que levantaba los desechos de su mascota y los metía a una bolsita que llevaba consigo; recordé entonces que en una calle de la Progreso, paralela a la Avenida Xalapa unos días atrás, otro perro defecaba frente a una casa vecina ante la paciencia de su dueño. Apenas terminó, tranquilamente el dueño continuó su camino dejando la sorpresa para los transeúntes. Qué pinche perro tan mal educado, ¿verdad?

Que tenga usted un gran fin de semana.

gustavocadenamathey@nullhotmail.com