Por Ramón Durón Ruíz
Mahatma Gandhi, con preclara sapiencia afirmó: “Una sonrisa no cuesta nada, pero da mucho. Enriquece a quién la recibe, sin hacer más pobre a quién la da. Sólo necesita un instante, pero algunas veces su recuerdo perdura para siempre. Nadie es lo suficientemente rico ni poderoso, para poder vivir sin ella y nadie es tan pobre que no pueda enriquecerse con ella.
Crea felicidad en casa, genera buena voluntad en los negocios, y es la contraseña de la amistad. Es un descanso para el preocupado, anima al desesperado, alegra al triste y es el mejor antídoto para todo tipo de problemas.
No puede ser comprada, perdida ni robada. Algunas personas están demasiado cansadas para dar una sonrisa. Por favor, dadles una de las vuestras, pues nadie está más necesitado de ella… que aquel que no tiene para dar.”
El tiempo, maestro y amigo del viejo Filósofo, me ha enseñado que una sonrisa es el idioma universal de los hombres triunfadores, es increíble que éste regalo de vida, tenga la magia de concentrar el tiempo en el presente y en el energético poder del amor.
Una sonrisa, es el mejor adorno de tu rostro, tiene la virtud de liberarte de lo social, económica y políticamente perfecto, es una sencilla lección de ética y moral, que fortalece tus fortalezas, que debilita tus fragilidades, y te ayuda a no sucumbir ante tus miedos, complejos y resentimientos.
Trabajar con el sentido del humor y su fiel compañera la sonrisa, es un ejercicio de sana sabiduría, un estilo de vida basado en el amor, que tiene la alquimica capacidad de mejorar sustancialmete tu calidad y calidez de vida.
El sentido del humor y la rica tersura de la sonrisa, –en el fondo tienen la virtud de deshacer el antifaz de la híper seriedad, que posterga del HOY la felicidad– trabajan para que la paz interior y la alegría inunden tu vida, y colmen tu corazón.
Para el viejo Filósofo de Güémez, el sentido del humor, una sonrisa y el amor, son la Patria de la grandeza, simbolizan una experiencia espiritual-corporal excepcional, nacieron para ir de la mano, son indisolubles, se retroalimentan, son indispensables para tu equilibrio, armonía y buen desarrollo personal.
La genialidad de una sonrisa, el poder del buen sentido del humor y la magia que provee el amor, hacen que el breve espacio del viaje por esta humana carnalidad, sea más ligero, divertido, alegre, poderoso e inmensamente creativo.
La sabiduría de los hombres pensantes afirma: “El dinero hace hombres ricos; la política hombres poderosos; el conocimiento hombres letrados; el amor hombres sabios; el humor y una sonrisa… hombres felices.”
Y sabiendo que DIOS nos hizo a su imagen y semejanza para ser felices, buscando con amor sacar una sonrisa en usted amable lector, con la genialidad de la universalidad del humor, el viejo Filósofo parafrasea sabias frases y afirma:
“Ando demasiado mal de la vista, porque cuando miro el pecho de una mujer… ¡veo doble!”
“Celar a un mujer fea, es como poner alarma a un carro destartalado… y viejo”
“Poco sirve tener ‘ingos de dinero… si lo mejor de la vida se disfruta desnudo”
“¿De qué sirve vestir ropa de marca: si lo mejor de la vida… ¡se goza encuerado!”
“Que importante es que con los políticos vayas a su lado;
porque si vas adelante, te agarran las pompis; si vas atrás… ¡te cagan!
“Los buenos amigos son como las nalgas… ningún pedo los separa”
“Tres cosas son inevitables en la vida: la muerte, los impuestos y… que te ‘inguen por ‘endejo”
“Filósofo: ¿Cómo le hago pa’ llevar bien el matrimonio? Muy sencillo: Cuando estés equivocado, ¡reconócelo! y Cuando tengas razón, hazte ‘endejo y… ¡CÁLLATE EL HOCICO!”
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