Nuestros neodemócratas andan espantados por la postulación del Cuau y de Lagrimita como posibles candidatos a un cargo de representación popular.
Claman experiencia, vocación de servicio y hasta profesionalización.
Poco falta para que demanden cursen la carrera de Ciencias Políticas creyendo que de allí, salen políticos.
Y aunque parezca increíble, son las mismas voces que se alzaron algunos años cuando el partido Acción Nacional tuvo la ocurrencia de postular ¡a un músico!
¡Se desgarraron las vestiduras! ¡Se ofendieron! ¡Hicieron mártir a la política! Y que gana las elecciones Roberto Bueno Campos, ¡El Flamer!
A lo mejor quienes se escandalizan por la posible candidatura de un jugador de futbol y de un payaso es que poco conocen de su historia… o de la historia.
II
—Doc, vengo del futuro. Vine en una máquina del tiempo que usted inventó.
—Dime, “joven del futuro”, ¿quién es el Presidente de los Estados Unidos en 1985?
—Ronald Reagan.
—¿Ronald Reagan, el actor? ¿Y quién es el Vicepresidente? ¿Jerry Lewis?
Ese pasaje de la película “Volver al Futuro” bien podría decirles mucho a nuestros escandalizados “neodemócratas”, tanto, que como anecdotario, cuando el presidente Reagan vio esa escena, pidió que la repitieran varias veces en la sala de la Casa Blanca.
¿Cuál es la diferencia entre un actor, un futbolista y un payaso? ¡Ninguna! El problema es cuando la gente se casa con la profesión de una persona y cree que después de actuar, jugar o hacernos reír, es incapaz de hacer cualquier otra cosa.
III
Uno pudiera citar a Romario o a Bebeto; a Arnold “Chuaseneguer” o Clint Eastwood y los otros pudieran decir: “¡Pero en Brasil!” “¡Pero en Estados Unidos!”
Pues no, aquí en México, baste recordar al Grandote de Cerro Azul, Carlos Hermosillo, como candidato perdedor en Córdoba (por eso se entiende su derrota); a Manuel Negrete (quien ha sido funcionario), y al Jefe Tomás Boy (quien si bien no ganó, su participación fue lo suficientemente aprovechada para darle al PT la nada despreciable cantidad de 102 mil votos en Nuevo León, para mantener con vida al partido).
Pero no sólo el PAN, el PRD, el PT y otros partidos, han hecho uso de la popularidad de actores y deportistas, incluso ¡hasta el PRI! Digo, por si los neodemócratas padecen de Alzheimer político: Silvia Pinal, senadora y asambleísta en el DF.
IV
¡Ah! Pero en Veracruz no nos quedamos atrás. Así, a vuelo de pájaro, baste recordar a Elizabeth Morales, conductora de programas de TV, quien ya fue diputada federal, alcaldesa, ¡lideresa del PRI! y ¡aguas Grupo Xalapa! porque en una de ésas, ¡vuelve a ser diputada federal con o sin ustedes!
Aunque claro, el último botón de muestra de que en todos los partidos se cuecen habas, es sin duda Anilú Ingram, reina del Carnaval y conductora de programas “Soft” que vino a ser la presidenta de la Mesa Directiva del Poder Legislativo de Veracruz.
Vamos, la única intención de postular a estos personajes, cualquiera que sea el partido, es jalar votos en nombre de la democracia, así que ¡no se apaniquen neodemócratas!

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