Por Ramón Durón Ruíz
Alexis Carrel afirmó: “El hombre no puede hacerse sin sufrimiento, pues es a la vez mármol y escultor”. Hoy toma conciencia espiritual, de que en tu vida hay una dualidad indisoluble: eres cantera y artesano, eres tú el que esculpe tu vida, como dijo el poeta Amado Nervo en su poema En Paz, “Eres el arquitecto de tu propio destino”.
Reconoce, que en la rica policromía del universo, son diferentes las capacidades de cada individuo como ser material-espiritual, entonces trabaja para localizar la fuente de tus tribulaciones y redescubrir el manantial inagotable de tu energía vital.
La gente a la que todo le resuelven, que vive sin responsabilidades, sin carencias, sin esfuerzos, ni sacrificios, en una vida vana y plana, sin los altibajos del camino, no alcanza a entender en su magnificencia el milagro de la vida, ni a poner a funcionar y fortalecer sus activos material-espirituales.
Al final de la jornada, ignoran que la vida es un viaje estrictamente personal, para descubrir y detonar tu energía vital, para trabajar en el adecuado manejo del espíritu y la materia, en relación contigo mismo, con los demás y con el universo.
En lo más íntimo de nuestro ser, todos los seres humanos tenemos fortalezas y debilidades. Es a través de la adversidad, el dolor o del éxito, que llegan a nosotros seres de luz, que nos ayudan a explorar el autoconocimiento interior, poniendo a funcionar nuestra energía vital con emociones, sentimientos y pensamientos positivos, que nos llevan a la toma de conciencia de que el espíritu es el que enriquece a la materia.
Cuando el ser humano reconoce que su energía y su tiempo, son tan valiosos como para desperdiciarlos en criticar, envidiar, odiar o estar resentido; trabaja en el amor incondicional, como antídoto básico contra las emociones toxicas.
Entonces se visualiza en el presente, agradeciendo los bienes y dones que se le han concedido y con una sólida visón de futuro se proyecta en el mañana, dando las gracias por los que vendrá.
Que importante es saber que dar las gracias, es un principio metafísico que conduce a tu vida a la obtención del equilibrio, la armonía, la paz interior y la abundancia.
Parece mágico, pero cuanto más grande es tu sentido de gratitud por lo que tienes, el universo te provee más. Dar las gracias, acelera tu proceso de crecimiento material y espiritual.
La vida nos enseña que: “Un mal pequeño, es un gran bien” HOY recibe con amor todo lo que llega a tu vida… porque llega para tu bien.
Antoine de Saint-Exupéry afirmó: “Lo esencial es invisible a los ojos” HOY, DATE PERMISO DE vivir… no de sobrevivir y cuando estés a punto de dormir, te invito a que hagas el siguiente ejercicio, decretando frases que te confirmen que “DIOS NO PATROCINA FRACASOS”:
“¡Gracias Padre! porque soy sano y triunfador; tengo éxito; estoy en paz con la vida y conmigo; me libero de las culpas; soy valioso; me libero del miedo, rencores y resentimientos; mi alma está limpia de odio; mantengo las puertas abiertas para recibir nuevas y mejores oportunidades; el dolor y la enfermedad partieron; mi vida esta armonizada emocionalmente; aquí y ahora soy feliz; estoy EN PAZ conmigo mismo y con el mundo. AMÉN”
Recuerda que agradecer trae paz al alma y ésta te lleva a gozar del bienestar emocional, espiritual y físico. La PAZ INTERIOR llega, cuando rompes los apegos y eliminas los pensamientos y las emociones negativas, cuando te liberas del dolor, las angustias, los miedos y las preocupaciones –que no son tuyas, son del camino– entonces puedes contemplar las maravillas y los milagros… ¡que la vida tiene para ti!
A propósito “una niña le pregunta a su mamá:
–– ¡Mami!: ¿Por qué en inglés, hombre se dice MEN?
–– Porque son MENdigos, MENtirosos, MENsos, MENabronan, pero ¡ahhhh!… ¡Como MENcantan!”
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