> Buen día, apreciado lector:
> “¡Dalo por hecho. No se que sea, pero dalo por hecho!”, suele decir el joven gobernador Javier Duarte a quien le entrega en propia mano algún documento.
> Si bien esto suele llenar de esperanza a quien lo busca, el paso del tiempo y los hechos lo confirma o lo deja en ascuas.
> Esto me vino a la mente luego de reconocer la acertada decisión del joven gobernador al incorporar a su equipo de colaboradores en el camino de la despedida de su gobierno a gente de la talla de Flavino Ríos Alvarado y Edmundo Martínez Zaleta.
> En el caso de Tomás Ruiz, todavía no encuentro a alguien que me diga que fue un acierto, o un error.
> Pero, no es por presumir, leí en la edición dominical del Diario de Xalapa que el flamante director de Tránsito del Estado, mi amigo Edmundo Martínez Zaleta, como era natural que lo hiciera un servidor público responsable, acudió personalmente el viernes por la noche a checar cómo se trata a los ciudadanos en el operativo alcoholímetro.
> Lo dimos por hecho desde que tomó posesión la semana pasada pensando en que es un muy buen servidor público.
> Imagino que de algo sirvió.
> Todo esto se los platico porque en los aciagos tiempos que vivimos y ante la evidente ineptitud de quienes ahora tienen el mando el país, es cuando se enaltece la figura de los buenos servidores públicos que dejaron ejemplo positivo de cómo se debe gobernar.
> Así es como se voltea a ver a los buenos políticos.
> En general siempre se debate entre lo que han hecho gobernantes políticos o tecnócratas.
> Siempre se ha dicho que si de los políticos recibimos demagogia, de los tecnócratas obtuvimos falsedad y engaño.
> Pero básicamente en Veracruz en estos tiempos debemos evocar la figura de gobernantes de la talla de Rafael Hernández Ochoa, Agustín Acosta Lagunes y para más cerca, don Fernando Gutiérrez Barrios, ¿a quién más?
> Hoy el acual mandatario que es un servidor público bien intencionado, se esfuerza, se la juega, busca salir de la crisis que heredó, trata de resolver los problemas pero éstos al parecer son más grandes y no son fáciles de superar.
> A diferencia de aquellos promocionales que imponía su antecesor, hoy no viene “lo mejor”. Hoy vienen más tiempos complicados.
> Lo dicen desde el altiplano los que no lo resienten en carne propia.
> ¿En qué parará todo?, nadie lo sabe pero no es muy difícil de adivinar.
> Sin embargo los pasos que se van dando no auguran nada bueno.
> Que tenga el lector una semana de paz.
> gustavocadenamathey@nullhotmail.com