Los veracruzanos vivimos en una entidad federativa privilegiada no sólo por su geografía, recursos naturales, capacidad de trabajo de sus habitantes y su grandeza cultural, sino porque hombres y mujeres que en ella viven buscan siempre superarse y, sobre todo, aprovechan los saberes que les da la vida y los que les brinda el investigar por su cuenta sobre lo que más les apasiona, sobre aquello que les permite saciar su hambre de conocimiento.
Veracruz es cuna de grandes mentores y la historia lo ha colocado como vanguardista en el desarrollo e impulso de la educación, porque los mexicanos necesitan estar preparados para enfrentar los retos que se viven en la sociedad, donde cada día el nivel educativo es más importante para alcanzar un trabajo.
Existen muchos compatriotas que requieren enseñanza media superior y superior, además de aquellos que, a pesar de tener una carrera universitaria, los centros de trabajo les exigen actualizarse por medio de posgrados y especialidades; ante semejante circunstancia, deben buscar opciones que les ayuden a optimizar su condición profesional.
En nuestro Estado, gracias a la decisión del Gobernador Javier Duarte de Ochoa, se creó la Universidad Popular Autónoma de Veracruz que desarrolla programas en esos niveles, a la par que ha iniciado interesante labor editorial para difundir las actividades culturales e impulsar el talento de los coterráneos.
Este quehacer de nuestra institución es intenso en obras literarias y en la elaboración de material didáctico, como lo es la edición de más de 50 antologías pedagógicas para los asistentes a colegios preparatorios y libros para las licenciaturas, con el fin de que quienes han depositado confianza en esta Casa de Estudios, tengan los elementos necesarios para su preparación integral.
Ese material didáctico se manda a imprimir y se les entrega a los aprendientes, en su mayoría de escasos recursos, quienes con pasión estudian para transformar su existencia; ellos viven en comunidades urbanas, rurales o indígenas alejadas y marginadas, pero con el deseo de superarse como seres humanos y participar en el progreso de la colectividad.
Los textos mencionados han sido redactados y diseñados para enriquecer las tareas educativas que realiza la UPAV en la atención de un sector poblacional que había sido dejado en el olvido. Esta acción redondea la actividad universitaria, que seguirá creciendo para bien de los que semanalmente acuden a las diferentes sedes estatales o foráneas.
La Universidad Popular Autónoma de Veracruz es incluyente, no discrimina a nadie, además de que contribuye a crear una sociedad más justa, equitativa y solidaria con los que menos tienen y más necesitan; es la universidad más democrática que existe, pues en ella estudian y conviven cada fin de semana jóvenes profesionistas, alcaldes, regidores, empresarios, jubilados, amas de casa, artesanos, campesinos, productores del campo, trabajadores de diversos oficios y personas con capacidades diferentes.
Todos, y cada uno de ellos, poseen un cúmulo de conocimientos empíricos, experiencias de vida, aprendizajes, ideas, emociones, confrontaciones ideológicas, miedos, valores, sacrificios, esfuerzos y amor.
Los documentos que los estudiantes reciben al egresar, simbolizan la formación y transformación de ellos como personas, además son la herramienta más poderosa para modificar un entorno, un ambiente familiar, una comunidad, porque un ser educado irradia motivos de superación e inspiración en los seres que le rodean.
Los alumnos de la universidad del pueblo y para el pueblo, son ejemplo del cumplimiento de la misión social que tiene la UPAV, son pioneros del trabajo universitario, pero sobre todo, predican con el ejemplo los valores universales como la responsabilidad, la libertad y la solidaridad social.
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