La coordinación entre poderes para consolidar políticas públicas es una de las herramientas con las se trabaja en Veracruz. En forma particular destaco este día la Agenda de Protección Civil que la LXIII Legislatura local presentará a la nueva titular de la Secretaría de Protección Civil de la entidad.
De acuerdo con información proporcionada por la diputada secretaria de la Mesa Directiva de la mencionada Soberanía, Ana Cristina Ledezma López, en breve sostendrán una reunión en la que –entre otros temas– abordarán la “acreditación de los directores municipales de Protección Civil, la supervisión a guarderías, la reparación o saneamiento de daños ocasionados por el derrame de hidrocarburos y el reconocimiento oficial y apoyo a los cuerpos de bomberos”.
No hay que cansarse y repetirlo una y otra vez: la prevención es la negativa a los accidentes. Nunca debemos dar por hecho que todo está bien. La protección empieza desde el hogar, en la forma en que eduquemos y demos ejemplo al resto del núcleo familiar.
Los temas agendados son de importancia singular. Cada uno debe ser motivo de reflexión y estudio por las autoridades. En el caso de las guarderías, por citar un ejemplo, sabemos que por cuestiones económicas las mujeres se han incorporado a la actividad laboral, dejando su rol tradicional de cuidar a los hijos. Eso, sin considerar que la tercera parte de los hogares xalapeños los encabezan mujeres.
Las y los trabajadores deben estar seguros y tranquilos, en relación con los espacios donde dejan a sus hijos. Independientemente de ser de educación inicial o de enseñanza media superior. Las guarderías, como centros escolares, deben tener siempre un programa de Protección Civil, salidas de emergencia, y realizar simulacros en forma constante y sistemática.
Insisto: la prevención debe iniciar en el hogar. ¿Sabemos qué hacer ante una fuga de gas?, ¿tenemos los conectores de energía eléctrica cubiertos, para evitar que los menores introduzcan sus dedos? Cuando salimos de viaje, ¿desconectamos los aparatos eléctricos y cerramos las líneas de gas?
Con estos ejemplos sencillos podemos darnos cuenta de qué tanto hemos avanzado y cuánto nos falta por avanzar. Porque no se trata de llamar a los bomberos o a un electricista para solucionar nuestros problemas, sino de responder en forma inmediata y eficaz ante cualquier contingencia dentro del hogar.
Entonces, si ya sabemos qué hacer en nuestro entorno inmediato, es posible que sepamos cómo reaccionar ante cualquier contingencia ambiental o provocada por cualquiera de nosotros en el trabajo, la escuela o en cualquier espacio público de concentración masiva. Por ejemplo, los mercados, las plazas comerciales o las salas de cine.
Inicié este escrito resaltando la colaboración entre poderes de un Gobierno. Pero hay que darnos cuenta de que sin nuestra participación como sociedad, el trabajo institucional no vale. Tampoco se trata de asumir responsabilidades que no nos corresponden, pero sí de llamar la atención, pues sin nuestras acciones –por pequeñas que parezcan–, poco o nada se puede hacer por nuestro bien común.
Por hoy es todo. Le deseo un excelente inicio de semana y nos leemos en la próxima entrega.