«Hay muchos a quienes no les gusta el trabajo de Carmen Aristegui. La descalifican por «lopezobradorista» o «lesbiana» o «sesgada» o «estridente» o «izquierdista» o «políticamente correcta». A quienes no les agradaba ese tipo de periodismo que impulsaba, tenían todo el derecho de cambiar de estación. A lo que no tienen derecho- como lo hizo MVS- es a armar un conflicto que constituyó un pretexto para sacarla del aire, junto con los dos periodistas que hicieron la investigación sobre la Casa Blanca. Usando el tema del mal uso de la «marca» como cortina de humo. Usando el argumento de «abuso de confianza» como bozal. Usando «lineamientos» elaborados de manera intempestiva como una forma de cercar o censurar, que a cualquier periodista que se respete a sí mismo resultarían inaceptables. Por eso habrá que defender y arropar a Carmen Aristegui y sus espacios. Por que son los muestros. Porque a nosootros, como beneficiarios de su trabajo, nos corresponde construir una robusta libertad de expresión, de pluralismo». Es parte de lo que ecscribe Denise Dressser en Reforma», este lunes.