En este espacio nos hemos distinguido porque procuramos no hacerle el juego a nadie en particular, trátese de quien se trate. Es una posición que a veces es incómoda porque, a veces, se espera de uno el aval a determinadas conductas, supuestos hechos o circunstancias sin ningún sustento o improbables, es decir, tratamos siempre de no perder la objetividad, de no caer en juicios de valor o dejarnos influenciar por tal o cual carga ideológica o política. Lo anterior lo decimos porque reconociendo la gravedad -y lo terrible- que ha sido la desaparición, ¡el crimen, vamos!, de los 43 normalistas de Ayotzinapa, este funesto hecho no puede ser pretexto para nada que atente contra el derecho que tenemos todos los mexicanos para votar y elegir a nuestras autoridades o representantes. Felipe de la Cruz, vocero de los padres de los 43 muchachos desaparecidos, supuestamente profesor normalista, pero que no es padre de ningún desaparecido en Ayotzinapa, así como el representante legal de los mismos, de los padres, se han cansado de decir que van a impedir que el próximo junio se realicen los comicios federales y locales en Guerrero, no sabemos si esto no pase de ser una mera bravuconada o fanfarronada de su parte, como quiera que sea, lo que nosotros vemos es que estos hombres no tienen ningún facultad para impedir o abrogar el derecho a que los ciudadanos de ese estado (Guerrero) ejerzan y hagan efectivo su derecho a votar, no son ninguna autoridad o están investidos de ella para amenazar de tal forma, por lo tanto nos parece que ya es hora de que se les aclare lo anterior y de que de insistir en ello estarían cometiendo un delito que hay que sancionar, con cárcel si eso fuera necesario.