No cabe duda que toso los seres humanos somo iguales, pero hay unos que son más iguales que otros. A David Korenfeld, director general de la Conagua, ya se presentó ayer ante la Secretaría de la Función Pública, en la dirección general de Responsabilidades y Situación Patrimonial, haciendo uso de su derecho de audiencia, para que explique por qué hizo uso de un helicóptero oficial para una actividad privada. ¡Híjoles, pa’ qué le buscan! o como quien dice, para qué se hacen… el señor Korenfeld ya confesó que fue «un error inexcusable» el uso del helicóptero en las condiciones que lo hizo», además, primero mintió y dijo que fue quezque porque tenía una urgencia de salud y era una situación impostergable y urgente que saliera al aeropuerto para tomar un vuvelo que lo llevara a donde lo iban a atender, pero no, ante las evidencias irrefutables, al funcionario no le quedó de otra más que decir la verdad y confesar que lo llevó a él junto con su familia al «Benito Juárez» porque iban en viaje de placer a Vail, Colorado a donde iban a vacacionar, luego entonces ¡pa’ qué le buscan más mangas al chaleco! Nosotros creemos que se impone el cese de facto por evidente abuso de confianza.