«El fondo de la nota de la revista «Proceso» sobre la supuesta casa en Las Lomas de Miguel Angel Osorio Chong (quien estuvo a punto de adquirir la vivienda, pero la operación no se concretó) nada tiene, por lo tanto, que ver con un descubrimiento: su publicación estuvo más en la lógica del arranque formal de la sucesión presidencial de 2018. Esta información emparejó la cartelera porque en el texto debe leerse el escenario de la revelaciones de «The Wall Street Journal» de la casa del secretario de Hacienda, Luis Videgaray, que resultó uns «piedra» en su carrera política. Así, de golpe, los dos principales precandidatos preferidos a la sucesión presidencial de 2018 aparecen con anticipación afectados por «revelaciones» sobre sus propiedades, en lugar de que los medios analicen carreras políticas, grupos de poder y sobre todo propuestas y modos de enfocar la crisis mexicana y sus salidas». Lo comenta Carlos Ramírez en «24 Horas»