Como lo hemos mencionado con anterioridad la cultura en la ciudad de Xalapa se remonta a tiempos inmemorables, nuestra capital ha sido cuna de escritores, hombres de ciencia, políticos que han sido presidentes de nuestro país, eminentes maestros y bueno un sin fin de destacados hijos de estas tierras forman parte del acervo cultural de la capital, recordamos a los hombres y mujeres de antaño, unos un poco lejanos otros no tanto pero esta semana nos enorgullece presentar a una de las figuras de la música a principios del siglo XIX, nos referimos al gran compositor Ángel J. Garrido.
El género del vals, llega a nuestro país entre 1810 y 1815, como lo refieren algunos de los historiadores de este baluarte musical, y una vez que se instaló en México adquirió una vertiginosa popularidad, debido a las características de su naturaleza, ya que se ubicaba entre la música clásica y la popular, eso incremento el gusto de todos los sectores de la sociedad.
Es con la llegada de Maximiliano a mediados del siglo XIX, concretamente en 1864, cuando el auge del vals se reconoce como una esencia nuestra y empiezan a florecer autores mexicanos haciendo las delicias de los escuchas, dentro de este florecimiento tenemos a dos veracruzanos importantes, uno de ellos Narciso Serradell de la vecina ciudad de Alvarado y el otro un destacado xalapeño fue Angel J. Garrido , por las investigaciones que realizamos en los archivos eclesiásticos y gracias al apoyo del párroco Rafael González Hernández por las facilidades para hacer la recopilación de este importante personaje, supimos que su nombre completo es José Ángel Garrido Garrido, nacido el 4 de mayo de 1881, sus padre fueron los señores Ignacio Garrido y Buenaventura Garrido.
José Ángel era diestro con los instrumentos musicales, traía en la sangre el ritmo, la música por dentro y por fuera, contaba con una sensibilidad innata a tal grado que dominó completamente el piano, pero no solo eso también fue diestro con el violonchelo, la guitarra que parecía que había nacido con ella y diversos instrumentos de aliento. Al ver su capacidad el gobierno de Veracruz lo beca al conservatorio Nacional de Música, en donde se encontró como pez en el agua.
Al salir del conservatorio se dedicó a la composición escribiendo varios valses como el de Bella Esperanza, dedicado a la cantante Esperanza Iris, otros conocidos fueron Es imposible que tú me quieras y Anita.
Al paso de los años el vals se convirtió en un baile popular y delicia en la etapa porfirista, su música se ha ido perdiendo con el transcurrir del tiempo pasando a formar parte de los bailables en las festividades escolares y en las fiestas de quince años, su popularidad ha ido decreciendo, pero soportó el paso del tiempo hasta la mitad del siglo pasado; en sus inicios se acompañaba principalmente con el piano, posteriormente se incorporaron los arreglos orquestales, convirtiéndose en parte de nuestros ritmos y referente de la canción mexicana, se hicieron innumerables composiciones que en ocasiones disfrutamos en conciertos.
Los estudiosos del tema seleccionaron 10 valses, los más destacados en nuestro país y entre ellos con orgullo podemos mencionar que uno, quizá el más popular, fue escrito por Ángel J. Garrido, ¡Sí! nos referimos a una melodía que fue muy famosa al establecerse la Constitución de 1917, resonando casi como un himno en nuestro territorio y que ha soportado las barreras del tiempo, escuchada por todas las clases sociales llamado “Cuando escuches este vals”.
Recuerdos del ayer que nuevamente florecen y toman vida cuando en la mente de algunos aun suena el ritmo de esta bella pieza, de la que reproduzco solo un fragmento:
Cuando escuches este vals
haz un recuerdo de mí.
Piensa en los besos de amor
que me diste y que te di.
Y si alguien quiere robar
tu inocente corazón,
diles que mi alma te di
y la tuya tengo yo.
Falleció en la ciudad de México el 2 de noviembre de 1924 a la edad de 43 años dejando un legado que es importante resaltar siendo otro de nuestros Xalapeños Ilustres.