«Yo pertenezco a una familia xalapeña bien sencilla, donde las poses salen sobrando. Mis padres no me pagaron estudios en universidades prestigiosas como Yale o Cambridge, si acaso en la «Normal» y en la UV. Tampoco me pagaron vacaciones por todo el mundo, pero me llevaron a Carrizal. Eso sí, no me quejé nunca, porque me dieron amor, amor y más amor. Nada me ha caído en la vida por mi cara bonita (lo cierto es que sí tengo bonitas cejas) ni por el dinero o abolengo de mi familia. Me he tenido que esforzar muchísimo más que otras personas guapas con dinero. Pero saben qué, me siento muy orgulloso, disfruto el camino que he recorrido. El secreto es conducir nuestra vida con amor, porque por muy feos o pobres que seamos, siempre tendremos nuestro encanto personal». Es parte de lo que escribe el maestro y servidor público municipal, Luis Ortiz Ramírez, en el Facebook.