Durante las semanas y meses por venir, la vida pública de nuestro estado será permeada por las elecciones. Se entiende, porque a semanas de elegir diputados federales estaremos en la antesala de la renovación de la Gubernatura, y eso nos beneficia o afecta a quienes vivimos en Veracruz.

Desconozco el origen, causa o razón del porqué nos gusta tanto la “cosa política”. Mi abuela decía que eso era de argüenderos, pero ahora también es de argüenderas –diría ella, si aún viviera–, por la paulatina y creciente participación de las mujeres en la vida y asuntos públicos.

Pero la realidad cambia y nuestros intereses y necesidades, también. De ahí que los trabajos y análisis electorales para nuestra elección del próximo año ya empezaron. El foro “Proyecto de Distritación 2015 para Veracruz”, realizado en el Palacio Legislativo, es muestra de lo dicho.

En realidad se plantea es una redistritación, porque ya tenemos nuestros 30 distritos electorales locales. Lo que se busca –y siempre se ha buscado–, es que cada Legislador electo por el voto libre, secreto y directo sea representativo, en relación con el número de electores que habitan en los municipios que integran cada uno de ellos.

La geopolítica es compleja, lo sabemos. Por eso no me meteré en tantos problemas de interpretación. Para eso están los especialistas, quienes nos dirán, con base en los índices demográficos, cómo deben agruparse los asentamientos humanos para elegir a sus representantes.

No sólo se trata de una división con límites territoriales, sino también de recursos públicos y privados que los partidos y los candidatos tendrán que erogar durante los comicios de 2016, en los que elegiremos Gobernador y renovaremos el Congreso local.

Por ejemplo: hay distritos electorales que están en municipios “partidos a la mitad” (Veracruz y Xalapa), y otros que abarcan varios municipios, congregaciones, rancherías y caseríos. El simple gasto en combustible para mover a las brigadas de promoción al voto, las avanzadas de los candidatos, las giras proselitistas, etcétera, varía de uno a otro Distrito.

En opinión del presidente de la Comisión Permanente de Organización Política y Procesos Electorales de la LXIII Legislatura del Estado, Gustavo Gudiño Corro: “La representación debe darse con total cercanía a la gente, y por eso un reacomodo es necesario: de esta manera, tanto en número como en zona geográfica se tiene mejor coordinación entre diputados y presidentes municipales con sus representados”.

Es pertinente comentar que los trabajos de geopolítica corresponden al Instituto Nacional Electoral y al Instituto Electoral Veracruzano, que son las autoridades en la materia.

El objetivo es buscar los equilibrios entre densidad demográfica y extensión geográfica, de tal suerte que cada Legislador represente –al menos en el ideal–, al mismo número de electores. Un trabajo complejo y que pocas veces deja satisfecha a la gente del quehacer político.

La intención es que los ciudadanos estén debidamente representados por cada uno de los y las legisladoras. Es cierto que la geografía de nuestro estado hace más pesado el trabajo, pero no hay peor lucha que la que no se hace. Cada vez perfeccionamos más nuestros sistemas electorales. Hay voces que dicen que vamos lento; otras, que retrocedemos, y otras que hay avances. Lo cierto es que es lo que tenemos, y de ahí hay que partir en búsqueda del bien común.

Por hoy es todo. Le deseo un excelente día y nos leemos en la próxima entrega.