Reconocer y aceptar que todas las personas tenemos derechos universales es una de las herencias que nos dejó la Revolución Francesa y que en el siglo pasado, paulatinamente, se convirtió en realidad en muchos países. Sin embargo nos falta perfeccionar los marcos legales para garantizar el respeto pleno a nuestras individualidades y erradicar los abusos del poder público.

Desde hace varios lustros nuestro país en el ámbito federal y posteriormente en las entidades, han creado comisiones para garantizar el pleno respeto de los derechos humanos. No como mera concesión del Estado sino como un legítimo reclamo de la sociedad.

En este contexto y para adecuar nuestra normatividad local con la federal se inscribe la propuesta de iniciativa de la diputada marcela Aguilera Landeta, en relación con el tema que hoy nos ocupa.

Esta propuesta legislativa plantea modificar el artículo 67, con el objeto de especificar que la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Veracruz tendrá un Presidente –quien podrá ser reelecto por una sola vez y removido por los motivos establecidos en la Constitución– y un Consejo Consultivo, y la ley determinará los procedimientos para sus propuestas ante el Congreso.

Lo importante en la propuesta es que la CEDHV podrá solicitar al Congreso Local que cite a los servidores públicos que omiten las recomendaciones que la comisión realiza. Y como sabemos, algunos funcionarios muestran poco interés por los llamados de atención que les hacen.

De esta forma se pretende fortalecer el trabajo que realizan las y los trabajadores de la CEDHV, quienes muchas veces ven con impotencia que las investigaciones realizadas para armar un expediente sólido por violaciones a lo consagrado en nuestra Constitución, simplemente son ignoradas.

Por supuesto que esta iniciativa lleva implícito el reforzar la confianza ciudadana con sus instituciones, que en estos momentos buena falta nos hace.

“Estos ajustes consisten en cambiar el término ‘todas las personas del Estado’ en lugar de ‘los habitantes del Estado’, para ampliar su alcance a todo ser humano. También se alude al goce de los derechos consagrados en la Constitución y en los tratados internacionales de los que México es parte. Incluye la prohibición de toda discriminación por motivo de las preferencias sexuales de las personas.”

Nuestro Estado debe modernizarse y estar a la altura de las necesidades y reclamos de la sociedad. Los derechos de todas y todos deben ser respetados sin condicionamientos ni cortapisas, de ahí la importancia que tiene esta iniciativa.

Pero también debe acompañarse de una capacitación permanente a todos los servidores públicos, porque muchas veces por ignorancia se cometen pifias que laceran nuestra dignidad. Del mismo modo, también desde acá, de este lado, debemos aprender y conocer nuestros derechos y nuestras obligaciones. Ni todo es culpa del Estado ni toda virtud es nuestra.

La exigencia de nuestros derechos va a la par de nuestras obligaciones. No queremos seguir en el paternalismo gubernamental, queremos ser ciudadanas libres con derechos y responsabilidades. Porque en esta vida es más fácil pedir que dar y los tiempos que corren son de responsabilidades compartidas.

Por hoy es todo. Le deseo un excelente inicio de semana y nos leemos en la próxima entrega.