Para entender el génesis de la Deuda Pública veracruzana habrá que hacerle caso a Aristóteles cuando recomienda considerar las cosas en su origen “tanto si se trata de una polis, como de cualquier otra cosa…”. ¿Cuál es el principio de la deuda pública veracruzana? En el afán de conocerlo debemos retrotraernos al último año de la administración alemanista, al proceso que llevó al gobierno de Miguel Alemán a obtener préstamo con diversos bancos por 3 mil 500 millones de pesos. Siguiendo el conocido método de Jack, el famoso británico de no muy buenas referencias, vayamos por partes.
“El primero de octubre de 2004 la legislatura local autorizó al gobierno alemanista la contratación de un crédito por 3,500 millones de pesos. La diputación panista votó en contra de este acuerdo, lo mismo que dos diputados perredistas, hubo dos abstenciones, una del PRD y otra del PT. Como siempre se estila, porque es de rigor legal, al diputado Miguel A. Díaz Pedroza le correspondió dar lectura al destino del referido crédito: 1,598 millones para el gasto público en materia educativa; 266 millones para desarrollo regional; fomento al crecimiento económico: 310 millones; seguridad pública y procuración de justicia: 219 millones; salud y asistencia: 247 millones; comunicaciones: 35 millones; equidad social: 309 millones; acciones y servicios para la producción de ingresos: 103 millones; para inversión productiva para la infraestructura para el desarrollo: 302 millones de pesos y para fortalecimiento municipal: 74 millones de pesos. Respecto del remanente de 78 millones, no se especificó su uso. Sobre este asunto, el gobernador Miguel Alemán declaró que quizá no se utilizaría el crédito, pero estaba sujeto a que la federación cubriera al gobierno estatal el adeudo de 5,800 millones de pesos” (del libro Recuento de un Estilo” de mi autoría, publicado en 2006).
El lunes 4 de octubre de 2004 se publicó en la Gaceta Oficial el decreto 878, por el que la LIX Legislatura autorizaba al gobernador negociar el préstamo por 3,500 millones de pesos. Al día siguiente el gobernador Alemán convocó a una rueda de prensa en la “Casa Veracruz” para informar sobre este crédito, para aminorar la tensión Miguel Alemán adelantó que “entregaría un Veracruz de primer mundo”. “Sobre el crédito comentó que lo platicó con el gobernador electo, Fidel Herrera, pero que no le pidió su opinión ni su autorización”. (Op. Cit). Reiteró que la solicitud de autorización del crédito fue en previsión de que la federación no pagare el adeudo de 5,800 millones de pesos.
En evento aparte, el gobernador electo aseguró que iniciaría su gobierno con los recursos fiscales normales y con el presupuesto del 2% a la nómina, además que contaba con el pago del adeudo del gobierno federal en materia de educación.
El 23 de noviembre compareció ante la Comisión legislativa correspondiente el Secretario de Finanzas y Planeación, Juan Felipe Aguilar de la Llave (Juan Amieva había renunciado el 14 de febrero de 2004), quien aseguró que “las finanzas estaban sanas, ni hipotecadas ni desequilibradas… el crédito se debe al adeudo que la federación tiene con el gobierno estatal” porque “el Gobierno del Estado se hizo cargo de las prestaciones de 100 mil maestros, hasta sumar un total de 5,800 millones de pesos, que es el adeudo de la federación hacia el Estado en el orden educativo. En este contexto, el gobierno entrante tiene una cuenta por cobrar de 5,800 millones de pesos y, por otra parte, una deuda por pagar a 10 años de 3,500 millones de pesos los fríos números y las puntuales matemáticas no fallan, son exactos.”
A seis días antes de concluir su administración, al inaugurar el Fraccionamiento “Las Fuentes” y una estatua en honor al legendario héroe negro “Yanga”, el gobernador Miguel Alemán asumió su responsabilidad sobre este crédito y aclaró que no le había dicho nada a Fidel Herrera “porque en estos momentos el gobernador soy yo, él lo será a partir del primero de diciembre próximo.” Subrayó que si Herrera Beltrán quisiera resolver la deuda la podría pagar con el adeudo que la federación tiene con el gobierno del Estado por 5 800 millones, y todavía contaría con casi 2 mil millones de pesos.
Una vez tomó posesión, Fidel Herrera Beltrán imprimió su característico sello, y respecto a la deuda heredada prácticamente todo 2005 fue tema recurrente del discurso oficial. En diciembre de 2004 se publicó una declaración del entonces Senador Elías Moreno Brizuela haciendo referencia a que el nuevo gobierno había pedido por adelantado participaciones federales de 2005 para poder pagar aguinaldos y salarios a la burocracia local, porque el gobierno antecesor no dejó recursos para tal efecto. Señaló el senador que el Gobernador Herrera Beltrán le aseguró que se investigaría en qué se había gastado el monto de la deuda pública, (3,500 millones) contraída en los últimos días por el gobierno de Alemán: “En una plática que tuve con Fidel Herrera me dijo que tuvo que recurrir a instancias nacionales para poder pagar la nómina y los aguinaldos, si esto fue así y aun si hay 3,500 millones en deuda pública, los veracruzanos tenemos derecho a saber en qué se utilizó este préstamo.”(D.X. 18-XII-04 Esther Gamboa). (El lunes 18 del mes en curso, en su entrevista con los integrantes de la APEVER, el diputado Alejandro Montano aseguró que del préstamo obtenido, Alemán dejó 2 mil 500 millones de pesos en caja).
Decía Fidel Herrera en tono que le resultó adversamente premonitorio: “cada mes la Secretaría de Finanzas emite un cheque por 29.16 millones por concepto de intereses y al pago de capital otro por 7.9 millones” y, compungido, confesaba: “A mí me duele el alma cada vez que veo pasar ese cheque y nada más veo volar muchas obras como caminos, carreteras y puentes, pero bueno, es lo que tenemos de responsabilidad”. No eran sino mampara para ocultar los efectos del aprendizaje y los magros resultados del primer año. El asunto de la deuda se proclamó como cuestión de estado atribuyéndole el impedimento para combatir los males que aquejaban a la entidad.
Pero los argumentos encontraban un contrasentido porque el Secretario de Comunicaciones de su gabinete era Juan Felipe Aguilar de la Llave, quien se encargó de concertar la multicitada deuda, allí estuvo todo un año y jamás se les ocurrió cuestionarlo sobre el particular. Meses después, su renuncia a Comunicaciones fue estratégica, pues le evitó comparecer ante el Congreso en donde se hubiera revelado que la Deuda no era el problema. No al menos en las dimensiones de lo que actualmente se tiene.
Este cuento es por capítulos, el siguiente podría empezar con otro cuento, como el que Fidel les narró a los campesinos de Cempoala en agosto de 2006: (Una vez que concluya el proceso de bursatilización que consiga los recursos que la hagan posible), “Ya no le deberemos nada a nadie y tendremos recursos para sembrar, más dinero para el campo y vamos a ir a un acuerdo histórico para destinar más dinero que nadie en la República al desarrollo agropecuario y al desarrollo rural de Veracruz en el presupuesto del 2007… Ya no le debemos nada a nadie, el campo se está levantando, la gente ya no se está yendo y la familia está viviendo mejor, y todo ese esfuerzo lo hicimos cuando teníamos una enorme deuda, cuando pagábamos grandes intereses y padecíamos de escasez extrema en las finanzas”.
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24-mayo-2015.