En alguno de sus temas, el cantautor cubano Silvio Rodríguez dice: “absurdo suponer que el paraíso es sólo la igualdad, las buenas leyes.” Agrega que el sueño debe hacerlo una, sin permisos, sin cortapisas, con lo que tenemos a la mano y con lo que podamos.

En la semana que concluye quedó integrada la Comisión Permanente de los Derechos de la Niñez de la LXIII Legislatura veracruzana, con lo que explícitamente se reconoce que aún nos falta camino por recorrer para proteger a nuestra infancia. Hoy, más que nunca, debemos sumar esfuerzos para sentar andamios que nos permitan sostenernos en el futuro próximo.

Dicha comisión quedó integrada por las diputadas María Belén Fernández del Puerto, presidenta, y Ana María Condado Escamilla, secretaria. El tercer integrante, quien fungirá como vocal, es el diputado Víctor Román Jiménez Rodríguez.

Sin duda, damos un paso adelante al reconocer que nuestras niñas y niños son sujetos de derecho y que podemos abonar para perfeccionar –en su beneficio– nuestros marcos legales.

Los recursos humanos son lo más importante en cualquier sociedad y nunca debemos olvidarlo, porque la amnesia de hoy será el dolor de cabeza de mañana.

Ahora nos falta modificar el marco jurídico que rige a la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Veracruz (tal y como lo exhortó el Congreso de la Unión), para que se le faculte a recibir quejas de niñas y niños –sin necesidad de que en su nombre las formule un representante–, cuando esté en peligro su vida, libertad o integridad física o sicológica.

El tiempo no alcanza cuando el trabajo es intenso, pero lo importante es avanzar en nuestro desarrollo social, para tener un crecimiento seguro. No dejar que lo inmediato le gane a lo importante, porque entonces seguiremos dando giros sobre nuestro eje, creando hologramas falaces.

¿Qué debemos esperar de la nueva Comisión Legislativa? Responsabilidad y compromiso, es lo menos. Atender y dar cauce a las propuestas emanadas de la sociedad organizada. Un trabajo propio que permita apuntalar las leyes existentes, que garantizan los derechos de la infancia. Pero sobre todo, que hagan de esta instancia un referente para que las siguientes legislaturas la mantengan, la perfeccionen, la fortalezcan y la hagan trascender.

Considero que no es mucho lo que pido, porque a diferencia de otras comisiones, su trabajo es el presente que apuntala el futuro. Y eso, digan lo que digan, no es cosa fácil.

Ya veremos en los días por venir cómo asumen los diputados su compromiso. Sé que puede haber yerros, pero también aciertos. Los primeros deben servir de experiencia y aprendizaje; los segundos, ser valorados en su justa dimensión. La colaboración de los ciudadanos será vital para lograr los objetivos planteados, porque la responsabilidad es compartida: desde nuestros ámbitos, hasta los del Estado.

Por hoy es todo. Espero que tenga un excelente fin de semana (que ya es el último de mayo) y nos leemos en la próxima entrega.