Muy buenos días apreciado lector:

El pasado viernes en “la fiesta política del año”, del portal de mis amigos Felipe Hákim, Francisco Saucedo y Marco González, tuve la oportunidad de saludar a los dos políticos más carismáticos de Veracruz en estos tiempos: Héctor Yunes Landa y Pepe Yunes Zorrilla.

Héctor luce delgado. Se lo comenté y me dijo que ha bajado ya varios kilos, “porque me estoy preparando para el maratón del 2016”, destacó.

Y sí, como lo aconsejaba el escritor español José Augusto Trinidad Martínez Ruiz, más conocido como Azorín, la primera condición de un hombre de Estado es la fortaleza.

Escribió que su cuerpo ha ser sano y fuerte porque el tráfago de los negocios públicos requiere ir de un lado para otro, recibir gente, conversar con unos y con otros, leer cartas, contestarlas, hablar en público, pensar en los negocios del gobierno.

“Y sobre todo esto, se requiere una naturaleza muy firme, muy segura, para no dejarse aplanar en aquellos momentos críticos de amargura en que nuestros planes y esperanzas se frustran”.

También apuntó que el político debe ser mañanero; acostarse temprano y para estar sano y conservar la fortaleza, ha de amar el campo y siempre que pueda ir a airearse a la campiña: “ame las montañas; suba a ellas; contemple desde arriba los vastos panoramas del campo. Mézclese en la vida menuda de los labriegos y aprenda en ella las necesidades, dolores y ansias de la nación toda”.

Es lo que hacen por carretera Héctor y Pepe, aunque claro, algunas veces ahora desde el helicóptero y andan por todas las comunidades de este extraordinario estado, son los únicos políticos entre los aspirantes a la próxima gubernatura que caminan y dialogan con la gente y se enteran, gestionan, resuelven y se quedan en la mente de las personas de manera positiva para lo que viene.

Entre ambos se ha consolidado una gran amistad que por lo que significa no falta quienes les quieren amarrar navajas para confrontarlos y le apuestan a que se rompa en cuanto se defina la candidatura.

Conozco de cerca al nativo de Soledad. Y al de Perote me atrevo a decir que le he seguido sus pasos desde finales de los años setenta, en la época del gobernador Rafael Hernández Ochoa cuando iba a reportear las reuniones políticas al rancho de Don José, (un abrazo) su padre y me apoyaba el entonces delegado de Tránsito “Malolo” Ochoa, que creo luego fue alcalde, Pepe desde adolescente lo recuerdo siempre correcto y formal.

Está claro que será el Presidente de la República Enrique Peña Nieto quien decida quién será el candidato del PRI a gobernador de Veracruz.

En mi trayecto como reportero he tenido la fortuna de estar muy cerca “del pinche poder” y por lo que he visto de cerca en todas las visitas que ha hecho Peña Nieto a Veracruz, con Héctor la relación a ojos vistas ha ido creciendo.

Viene a propósito lo escrito recientemente por Brenda Caballero en su columna Números Rojos “El Momento de Héctor Yunes” donde señala:

“…, aunque la anécdota que más llamó mi atención fue la que contó cuando en días pasados asistió a un evento del presidente Enrique Peña Nieto en donde por motivos de vuelo, llegó retrasado. Desde luego que ya no lo dejaban entrar hasta que un miembro del Estado Mayor Presidencial se dirigió a él preguntándole si era el senador Héctor Yunes, al afirmar, el miembro del EMP le decía que tenía instrucciones de subirlo a presídium en cuanto llegase. Aunque Héctor insistió que ya había empezado el evento, fue conducido de acuerdo a la instrucción; sin embargo, como el lugar del senador era a dos personas del presidente, ya estaba ocupado, entonces lo sentaron en la segunda fila, que por coincidencia era la de los gobernadores. Dos minutos después, toma la palabra Peña Nieto y lo cita.
Termina el evento y Peña saluda a los presentes, entre ellos al senador, motivo por el que aprovecha Héctor Yunes para preguntar al presidente: “¿Debo entender como un mensaje subliminal que me haya usted puesto en la fila de los gobernadores?” El presidente suelta la carcajada y le responde “¿Qué no piensas en otra cosa?”, a lo que Yunes Landa revira con un No y el Ejecutivo le dijo: “Haces muy bien, traes muy buenos momentos”.
Luego entonces, el 2016 ¿será momento de Héctor Yunes?”, así lo apuntó Brenda.

A estas alturas nadie duda que solo Héctor o Pepe, uno de ellos será el candidato priísta a la próxima gubernatura de Veracruz y que quien no lo sea, de entre ambos, sabrá aguantar vara y sumarse y luego reposicionarse. Como sorpresa podría meterse Alejandro Montano Guzmán. Así es la política.

DESDE MI TONEL

A propósito de los viejos tiempos recuerdo que en Acayucan había un profesor que se llamaba Alfedo Celis del Angel y escribía en el periódico de mi padrino Yayo Gutiérrez una columna que se llamaba “Desde mi tonel”, en donde hacía “comentarios a la noticia”, que no era copia de la de Agustín Barrios Gómez en El Heraldo de México. Hoy se me ocurre ese tipo de comentarios después de leer en El Diario las notas sobre el gran cariño y respaldo del gobernador Fidel Herrera a la campañade Carolina en Boca del Río y sobre las declaraciones de la ex panista coatepecana Silvia Monge y que tiene razón: “la mejor opción” para el distrito de Coatepec es Noemí Guzmán.

Tenga el lector una semana tranquila y positiva.

gustavocadenamathey@nullhotmail.com