Cuando el Puerto de Veracruz aun pertenecía a los reinos de España esta tierra vio nacer, el primero de enero de 1789, a uno de los Veracruzanos Ilustres, nos referimos a Miguel Santa María cuya formación académica la cursó en el estado de Puebla, concretamente en Tehuacán realizando sus estudios literarios y perfeccionando los de latín que llegó a dominar ampliamente, su formación lo llevó a la ciudad de México donde continúa su instrucción teológica en San Juan de Letrán, fue un hombre de letras pero también de leyes aprendidas en Madrid a donde viajó para huir de la carrera militar que le fue inducida desde muy temprana edad, ya con anterioridad en el Seminario Conciliar asumió las bases de la jurisprudencia.

Es en el puerto de Cádiz donde sus relaciones sociales y políticas lo inclinan por la corriente de los liberales a tal grado que el régimen absolutista encabezado por Fernando VII lo lleva a la cárcel por sus ideales, de donde escapa para trasladarse a los Estados Unidos conociendo en ese territorio a Francisco Xavier Mina a quien apoya con treinta mil pesos para la causa independentista en nuestro país. Santa María busca otro frente, precisamente en el puerto de Veracruz sin embargo las circunstancias adversas lo hacen llegar a Jamaica, en esta isla encuentra nuevamente a su amigo Simón Bolívar como lo menciona el investigador español del siglo XIX Antonio Palau y Dulcet.

Con su ideal libertario se une a la independencia de la llamada Gran Colombia y funge como ministro plenipotenciario de ese país sudamericano nombrado por Simón Bolívar, en abril de 1822 logra el tratado de amistad, comercio y el reconocimiento de su independencia.
A Miguel Santa María no le agrada la llegada del Primer Imperio Mexicano de Iturbide, y bajo el pretexto de encontrarse enfermo no asiste a su coronación a pesar de que le ofrecen un séquito especial, la coronación se realizaría solo con la presencia el embajador de los Estados Unidos. Santa María se relaciona con los opositores a Iturbide entre los que se encontraban Fray Servando Teresa de Mier y José Joaquín Herrera, xalapeño que a la postre sería presidente de nuestro país. Es acusado de intromisión en los asuntos internos del México como lo menciona Lucas Alamán; enterado el gobierno de Iturbide de sus actividades le retira sus documentos de acreditación. Con la intensión de regresar a Colombia viaja a Veracruz su tierra natal, en donde decide quedarse. Se entrevista con Antonio López de Santa Anna a quien apoya en la rebelión contra el imperio ayudando a promulgar el Plan de Veracruz.

Durante su estancia en México escribió en el periódico El sol bajo el seudónimo de “capitán chinchilla” con propuestas republicanas; ya radicando en el país solicita su retiro como representante diplomático de Colombia, Simón Bolívar le ofrece varios puestos como acreditado diplomático de ese país en diversos lugares, declinando a ellos.
Ya en el ejercicio de la ciudadanía mexicana, tuvo cierta influencia dentro del régimen de Guadalupe Victoria, dentro de sus propuestas estaba la de crear una Confederación de Estados Hispanoamericanos que no se logró debido a la división de las logias, él pertenecía a la escocesa, fue acusado de ser el autor de un periódico satírico por lo cual fue perseguido, huyendo del país, una vez aclarada la confusión regresó a México, posteriormente fue nombrado diplomático en Londres y participó dentro de las negociaciones de paz definitiva entre México y España. En el terreno académico y literario publicó Reflexiones acerca de las letras pontificias, Informe secreto al pueblo mexicano, y la traducción las obras de Hugh Blair que fue un predicador, crítico y catedrático escocés, miembro y figura clave de la Ilustración escocesa.
Miguel Santa María, falleció en la ciudad de Madrid el 23 de abril de 1837.

manantialdepalabras@nullhotmail.com