Se ha vuelto un verdadero circo mediático eso de los 23 acusados por la Auditoría Superior de la Federación. El 6 de mayo de 2015 se subió el siguiente comunicado que elaborara la Coordinación de Comunicación Social del Senado de la República: “La Comisión Permanente del Congreso de la Unión exhortó a la Procuraduría General de la República (PGR) a proceder de inmediato, conforme lo mandata la Constitución, y ejercer acción penal ante los tribunales correspondientes, para que los responsables del desvío de recursos públicos federales, destinados a la educación y a la salud en el estado de Veracruz, sean sancionados con todo el rigor de la ley”.
Pero al parecer no ha sucedido nada. La Auditoría Superior de la Federación tiene muy claro que hay un desfalco, un “desvío de recursos públicos federales, destinados a la educación y a la salud en el estado de Veracruz”. Por ello resulta absurdo y hasta obsceno que Rafael acosta Croda, un diputado federal del PAN, se ponga a defender al gobierno de Veracruz con el argumento de que es falso el mal manejo de las finanzas en Veracruz. En lugar de pedir que se rindan cuentas por el desfalco evidente que existe en Veracruz, el señor se pone a excusar a los delincuentes y a acusar a los que denuncian, al tiempo que dice estar de acuerdo con la bursatilización del 2% a la nómina. ¡Vaya pobreza moral y mental de ese tipo!
El caso es que no falta semana en que algún columnista no se ocupe de esa denuncia por parte de la ASF. Sin embargo hasta el momento la Procuraduría General de la República no ha expedido ninguna orden de aprehensión. Los 23 anotados en esa lista que circula y que incluye a algunos candidatos a diputado federal, están muy tranquilos, muy cómodos gozando de su dinero mal habido. Es más, algunos candidatos ya han asegurado una curul gastando parte de ese dinero. Con ese dinero que se robaron compraron la candidatura y hasta a la oposición para que no les hicieran sombra. El domingo 7 de junio les alcanzará y hasta les sobrará para comprar los votos de miles de jodidos que irán a las urnas a emitir su voto y después a recoger su billetote de 500 pesos. ¿Qué les extraña? Para algo debe servir ese dinero.
¿Y por qué se dan estas cosas? Porque en este país lo que impera es su majestad la impunidad. Ellos saben que la justicia en este país tiene un precio y sólo hay que robar lo suficiente como para poder comprarla. Es por ello que en este país la máxima política por antonomasia es: “Un político pobre es un pobre político”.
Ya algunos columnistas han caído en la cuenta de que toda esa alharaca de que 23 van a entrar en prisión por el desfalco en Veracruz es parte de un montaje. Es un señuelo para demostrar que en este país hay justicia y que nadie que cometa un delito quedará impune. Estoy seguro de que una vez que pasen las elecciones, cada uno de los 23 solventará cada una de las acusaciones ante la ASF, por lo que la PGR sólo los llamará a declarar, les invitarán un café y les pedirán una disculpa.
Así ha pasado siempre, así seguirá pasando por los siglos de los siglos. Y es que la impunidad es uno de los grandes triunfos de la revolución. En este país la impunidad, lo mismo que la inseguridad, son instituciones tan fuertes como la iglesia, como Televisa, como el presidencialismo, como la corrupción.

Armando Ortiz aortiz52@nullhotmail.com