En recuerdo de su obituario esta semana
Nacido en las postrimerías de la independencia de nuestro país, en la ciudad de Orizaba el 26 de agosto de 1818. A tres años de su nacimiento en esa región se firmaron los Tratados de Córdoba en donde se acuerda la Independencia de México, texto de 17 artículos que fue rechazado por el gobierno peninsular.
Ignacio fue hijo de una familia de origen español cuyas raíces se remontan al siglo XV en Santander, su padre fue el coronel Don Manuel de la Llave y su madre la señora Luz Segura de Zeballos. Desde pequeño mostró un carácter extrovertido, afecto a las bromas, sobresaliendo su inteligencia como lo menciona el historiador Leonardo Pasquel, quien lo define como un chico delgado, alto, inquieto; desde muy joven ante el conocimiento de la situación del país se germinó en él una posición liberal y humanista, conviviendo con los políticos e intelectuales de la época.
Sus primeros estudios los realiza en su tierra natal, a los doce años ingresa al Colegio Nacional de Orizaba, posteriormente se traslada a la ciudad de México para continuar su preparación académica en Jurisprudencia que concluye con éxito a los 23 años, de inmediato ese mismo año es nombrado Juez de la Villa de Orizaba y las diferencias con Santa Anna no se hicieron esperar, tres años después, en 1844, combate a Santa Anna como voluntario del ejército comandado en ese momento por Mariano Paredes.
Dos años más tarde es nombrado diputado local y al año siguiente se incorpora a las batallas de Veracruz y Cerro Gordo, tras las derrotas sufridas regresa a Orizaba para incorporarse nuevamente como juez.
Siendo diputado federal en 1852, se agudizan sus diferencias con Santa Anna y éste lo manda a Yucatán desterrándolo, Ignacio de la Llave logra fugarse y se incorpora a la lucha armada uniéndose en su tierra al Plan de Ayutla. Una vez logrado el triunfo liberal obtiene varios cargos, primero asume el gobierno de Veracruz, posteriormente el de Secretario de Gobierno y magistrado en el mandato de Ignacio Comonfort.
Se opone al Plan de Tacubaya que consistía en darle facultades el presidente Comonfort para derogar la Constitución de 1857, lucha al lado de Benito Juárez como su Secretario de Guerra y Marina participando en la guerra de Reforma.
Regresa a Veracruz como gobernador a la muerte de Manuel Gutiérrez Zamora, restituye los poderes a la ciudad de Xalapa, fortifica el camino Xalapa a Veracruz al inicio de la intervención francesa y se une a las fuerzas del general González Ortega comandante general.
Participa en la defensa de Puebla en 1863, son derrotados tras sesenta y dos días atrincherados, finalmente son hechos prisioneros; los franceses les entregan un documento para que suscriban un desistimiento de toda acción militar, es rechazada por los más de cuatrocientos mandos militares, entre ellos González Ortega, Ignacio de la Llave y Porfirio Díaz, quienes son enviados a pie al puerto de Veracruz, en el camino mueren muchos debido a los condiciones inhumanas con las que fueron tratados, y no como prisioneros de guerra. El 25 de mayo de 1863 escapan dirigiéndose a San Luis Potosí para reunirse con Juárez y su gabinete que se encontraba instalado en ese sitio, a su paso por Guanajuato, el 14 de junio, el gobierno de ese Estado les brinda una escolta, al pasar cerca de Jaral de Barrio, la guardia se percata de las 500 onzas de oro que trae González Ortega, deciden asaltarlos hiriendo a Ignacio de la Llave, Ortega logra escapar y pedir ayuda. Levanta un enérgica protesta contra el gobierno de Guanajuato, preocupado Juárez comenta en una carta que ha enviado galenos para su atención, pero la herida de Ignacio es mortal, entró por el pecho y se alojó en la columna; el 23 de junio muere uno de los principales liberales leales a Juárez, sus restos fueron trasladados desde el lugar de su muerte a la ciudad de Orizaba.
A partir del día 10 de julio de ese mismo año nuestro Estado tomó el nombre de Estado Libre y Soberano de Veracruz – Llave.
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