Hace algunos años, comencé con problemas de rodilla. Dolor y falta de fuerza. Acudí a un traumatólogo, quien dentro de su experiencia, me hizo el favor de ¨infiltrar¨ (inyectar directamente en la rodilla) alguna sustancia antiinflamatoria, que me permitió mejorar de manera temporal. De tal manera que fueron hasta tres las veces que me hizo el favor de infiltrar mi rodilla. Ante la notoria falta de mejoría permanente estábamos ya programando una cirugía de rodilla, cuando un amigo me sugirió que fuera a consultar a un quiropráctico en el puerto de Veracruz.

Lo primero que pensé, en mi calidad empíricos y nulos conocimientos científicos. Sin embargo, ante la desesperación de enfrentar una posible operación de rodilla decidí hacer la cita.

Llegué a un consultorio muy bien presentado en una buena colonia en Veracruz. Me llamó la atención, pues yo pensaba llegar a una choza. Me llamó la atención observar un título expedido por una universidad francesa, en la cual se expedía el título de Médico con especialidad en quiropráctica. De inmediato todo mi paradigma cambió, pues resulta que estaba yo a punto de ser atendido por un médico con una especialidad que en México no existía.

Baste decir que llegué apoyado con un bastón y salí caminando sin ningún apoyo. Para mí fue algo así como una curación milagrosa, pues no concebía que unos cuantos apretones y el reacomodo de unos huesos, me resolvieran un problema que la medicina sólo podía resolver con una operación.

Apenas el lunes pasado, desperté con un terrible dolor de espalda. Totalmente invalidante. Simplemente no podía yo realizar algunos movimientos como levantarme de la cama o de una silla, sin sufrir brutales dolores de espalda. Decidí en ese momento llamar para hacer cita con el quiropráctico. Rogué a la secretaria por ser atendido y en medio de grandes dolores viajé otra vez al puerto de Veracruz para la consulta, y con el temor de que fuera algo mucho más grave.

Después de batallar incluso para bajar del vehículo y permanecer de pie durante la espera, ante el temor de que si me sentaba ya no podría pararme. Una vez más ocurrió el milagro. El doctor me recibió, me revisó y de inmediato procedió a ajustar mi columna y cadera, y con ello comencé a sentir una mejoría impresionante. En esta ocasión me informó que el dolor duraría dos días más, ya que algunos músculos estaban muy inflamados, pero con un poco de hielo en la zona, dos veces al día, estaría como nuevo. Y sí, una vez más, entré ayudado con bastón y salí caminando sin ayuda.

La Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU. en su portal MedlinePlus define la quiropráctica como una profesión en el campo de la salud. Los médicos Quiroprácticos realizan ajustes (manipulaciones) de la columna vertebral u otras partes del cuerpo. El objetivo es corregir problemas posturales (de postura del cuerpo), aliviar el dolor y asistir la capacidad natural del cuerpo para curarse a si mismo.

Así, en USA y en Francia los médicos quiroprácticos cursan estudios de medicina y posteriormente se convierten en quiroprácticos, como una especialidad más. En México la primera generación de la Universidad Veracruzana de Médicos Quiroprácticos está en el quinto semestre de sus estudios, así que en pocos años, tendremos médicos quiroprácticos (60 de la primera generación) educados ya en México, pues a la fecha los únicos mexicanos con esta especialidad, la han estudiado tanto en USA como en Francia.

En Wikipedia se trata a la quiropráctica como ciencia de charlatanes. Y es comprensible, pues los médicos mexicanos dudan de lo que no conocen, y en lugar de conocer y evaluar esta alternativa, simplemente la descalifican. Por cierto, lo mismo ha sucedido con otra especialidad, la de Flebología, misma que no se estudia en México, pero que cuando menos ya hay un Médico mexicano que la estudió en Alemania, y ofrece muy buenas opciones de tratamiento y cuidado, en lugar de las intervenciones quirúrgicas que ofrecen médicos con otras especialidades en el país, para problemas circulatorios.

Definitivamente, no es cuestión de fe. Si tanto Estados Unidos como Francia reconocen los métodos y los beneficios de acudir al médico quiropráctico, quiere decir que si funcionan sus métodos en algunas afectaciones de la salud.

La base de esta área de la medicina, es que el cuerpo tiene la capacidad de autocuración, siempre que sus vías de comunicación (los nervios) estén libres de cualquier bloqueo, y que su estructura (los huesos) mantengan sus posiciones óptimas. Todos hemos escuchado de problemas de desviación de columna, o de cadera. Cuando estos problemas no son demasiado graves, pueden ser resueltos mediante la manipulación de la columna y cadera, eliminando cualquier bloqueo que pudiera haber en la comunicación interna de nuestro cuerpo y favoreciendo nuestra salud y auto reparación o auto curación.

Entiendo las reticencias de quien no ha experimentado graves problemas de salud que puedan ser resueltos mediante la atención de un quiropráctico y las de quien desconoce esta rama de la medicina que tanto éxito ha tenido en todo el mundo y ahora en México. Sin embargo, si enfrentas un problema de este tipo, no dudes en acudir con un quiropráctico. Siempre será la opción a elegir antes de una operación, o ante el riesgo de vivir con un dolor crónico.

Espero que esta información le sirva a quien pueda resolver algún problema de salud y desconozca la opción que ofrece el visitar a un quiropráctico.

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