Mientras esperamos el “final feliz” de la historia de México, con sus reformas, cambios estructurales y venta al por mayor de las propiedades de la Nación a un puñado de generosos empresarios y políticos, no tenemos por qué preocuparnos por el delito de bailar chachachá, mucho menos por otros de menor densidad establecidos en el Reglamento de Tránsito del Estado. Ahí veremos qué pasará con la propuesta del Gobernador para evitar el suministro y consumo de alcohol a menores de edad. ¿También habrá protestas? ¿O simplemente nos pasaremos las leyes por el arco del triunfo, con mañas y mordidas? A ver qué pinche guey se deja atrapar, porque, dicen, las leyes son pa’ los jodidos. ¿A poco?
Dijo el legislador Jason Chaffetz, presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, que nuestro país es el lugar “más violento, brutal y sin ley que existe en este momento en el mundo”. ¿México sin ley? ¿Les recuerda algo? A mi recuerda quedarme siempre detrás del hombre que dispara y delante del hombre que está cagando. Así estaré a salvo de las balas y de la mierda, parafraseando a Ernest Hemingway.
Jason Chaffetz añadió que desde que la guerra del narcotráfico en México comenzó a escalar en 2006, “más de 100 mil residentes mexicanos han sido asesinados o han desaparecido (…). El secuestro, la trata de personas, el desmembramiento brutal y la visualización de las víctimas de asesinato es demasiado común. Estos incidentes están ocurriendo literalmente al otro lado del río de las principales ciudades de Estados Unidos”. (sinembargo.mx, 23-07-15). ¡Gulp!
Pamplinas, en nuestra Suave Patria no pasa nada. Estamos acostumbrados a la rechingada mala vida… ¿Hasta cuándo?
De acuerdo estoy con Jonathan Swift: “Podemos observar en la república de los perros que todo el Estado disfruta de la paz más absoluta después de una comida abundante, y que surgen entre ellos contiendas civiles tan pronto como un hueso grande viene a caer en poder de algún perro principal, el cual lo reparte con unos pocos, estableciendo una oligarquía, o lo conserva para sí, estableciendo una tiranía”. ¿Les recuerda algo?
Los días y los temas
De alguna manera hay que sensibilizar y concientizar –¿es lo mismo?- sobre la igualdad entre hombres y mujeres. ¿Caminar codo a codo? La titular del Centro de Estudios para la Igualdad de Género y los Derechos Humanos del Congreso de Veracruz, Martha Mendoza Parissi, lo viene haciendo bien. En días pasados participó en la plática “Los roles en la familia para la construcción de la igualdad y su impacto en las niñas”, organizado por el DIF Estatal, en coordinación con el Instituto Veracruzano de las Mujeres (IVM) y la LXIII Legislatura Local.
Ahí Patricia Díaz Veyan, titular del Consejo Estatal de Asistencia para la Niñez y la Adolescencia (Cedas), expresó que “todos los servidores públicos que tenemos responsabilidad con la infancia y, en particular quienes trabajan con las niñas, debemos prepararnos para formar una sociedad más igualitaria desde la infancia”. Desde luego que sí, pero también con los niños, seamos parejos, ¿no? Y en todos los ámbitos. Porque donde quiera se cuecen habas.
Por cierto, afuerita de su oficina, en el módulo de atención, Martha Mendoza Parissi tiene mensajes pa’ los que pasamos por ahí y leemos con atención. Dato interesante: “Las mujeres también violentan a sus parejas, esta violencia, condenable e injustificada, no llega a un 4%, mientras que el 70% de las mujeres que mueren en el mundo lo hacen en manos de sus parejas, ex parejas u hombres de su círculo familiar”. (Desconozco la fuente).
Por lo pronto, ahí se ven.