“El Presidente norteamericano Woodrow Wilson, advertía que Estados Unidos no daba concesiones, porque: Un país –decía – es poseído y dominado por el capital que en él se haya invertido.” Lo antes transcrito se encuentra en la introducción de: Las Venas Abiertas de América Latina, uno de los libros más celebres del escritor uruguayo Eduardo Galeano (1940-2015), quien falleció en el pasado mes de abril en la ciudad de Montevideo, Uruguay.
Eduardo Galeano fue de las voces y plumas críticas que tuvieron una enorme influencia en la segunda mitad del siglo XX en América Latina. Cuando Galeano publicó Las Venas Abiertas de América Latina en 1971, tenía 31 años de edad, y aunque con el transcurso de los años reconoció que a esa edad no tenía la suficiente formación para escribir semejante obra, no hay la menor duda que el libro es un verdadero clásico y referente obligado para cualquier interesado en conocer la historia de América Latina, desde la conquista hasta la fecha en que la obra fue publicada.
El libro causó todo tipo de reacciones, en las dictaduras del Uruguay, la Argentina y Chile, su lectura fue prohibida, el propio Eduardo Galeano fue exiliado, pero para los pensadores de izquierda, el libro es visto como “La Biblia de América Latina.” Hoy que estamos despidiendo al gran escritor uruguayo comentando éste magistral ensayo, podremos con la distancia del contexto histórico en que se escribió, tratar de hacer un análisis mesurado y sin apasionamiento de esta magistral obra.
El libro está compuesto por la introducción titulada: “Ciento veinte millones de niños en el centro de la tormenta.”, y el contenido de los ensayos se encuentran divididos en dos partes, la Primera Parte: “La pobreza del hombre como resultado de la riqueza de la tierra”, y Segunda Parte: “El desarrollo es un viaje con más náufragos que navegantes.” Sobre la estructura antes mencionada, Galeano desarrolla a través de los subtemas: “Fiebre del oro, fiebre de la plata, El rey azúcar y otros monarcas agrícolas, Las fuentes subterráneas del poder, Historia de la muerte temprana, la estructura contemporánea del despojo.” Lo que de manera muy general a continuación comentaré.
Las Venas Abiertas de América Latina, es una obra muy amplia para desarrollar en un artículo todos los temas que aborda, sin embargo, considero que cada libro tiene puntos esenciales que permiten profundizar en su lectura, por supuesto que los comentarios que realizaré serán desde la visión de mi lectura, podrán estar de acuerdo o no, pero como apunta Galeano, lo importante es: “No guardar un silencio bastante parecido a la estupidez.”
Eduardo Galeano en estos ensayos realiza un recorrido histórico por toda América Latina, los estudios y análisis abarcan desde la conquista y colonización, hasta la época en que salió publicado el libro. El punto esencial de los ensayos es demostrar con argumentos sólidos que nuestro continente desde que fue descubierto en 1492, ha sido saqueado, explotado, humillado, y prácticamente esclavizado, tal vez, lo antes apuntado no sea algo nuevo en el lector, pero la virtud de Eduardo Galeano consistió en desarrollar cada tema con datos duros, país por país, agregándole su interpretación a cada problemática planteada.
Resulta asombro lo que se puede aprender de cada país en ésta lectura, pero naturalmente me enfocaré en algunos puntos de lo planteado sobre México, que es muy similar a lo que sucede en cualquier país de Sudamérica o Centroamérica. Galeano apuntó en 1971 que México: “Es el país de la desigualdad, y Humboldt (quien vino a México en 1804) escribió: Acaso en ninguna parte la desigualdad es más espantosa… la arquitectura de los edificios públicos y privados, la finura del ajuar de las mujeres, el aire de la sociedad; todo anuncia un extremo de esmero que se contrapone extraordinariamente a la desnudez, ignorancia y rusticidad del populacho.”
Si empatamos lo antes anotado con la realidad de hoy, después de dos siglos no hemos cambiado mucho, actualmente se gastan millones de pesos para realizar un viaje de lujo a Francia, y además, orgullosamente declaran que van a pedir que inviertan en nuestro país, todo ello porque a la oligarquía mexicana poco le importa que México siga siendo pobre, poseído y dominado por Norteamérica y Europa.
Para Eduardo Galeano, el verdadero responsable de tener a América Latina sumido en la miseria, es el sistema capitalista tan cruel e inmisericorde que hace a unos países ostentosamente ricos y poderosos y a otros los mantiene en un total subdesarrollo y pobreza, sobre éste punto Galeano escribió:
“Nuestra derrota estuvo siempre implícita en la victoria ajena; nuestra riqueza ha generado siempre nuestra pobreza para alimentar la prosperidad de otros: los imperios y sus caporales nativos. Es América Latina, la región de las venas abiertas. Desde el descubrimiento hasta nuestros días, todo se ha transmutado siempre en capital europeo, o más tarde, norteamericano, y como tal se ha acumulado y se acumula en los lejanos centros de poder.
Todo: la tierra, sus frutos y profundidades ricas en minerales, los hombres y su capacidad de trabajo y de consumo, los recursos naturales y los recursos humanos. El modo de producción y la estructura de clases de cada lugar han sido sucesivamente determinados desde fuera, por su incorporación al engranaje universal del capitalismo.”
Es por lo antes apuntado que Galeano en esta obra cuando se refiere a Cuba, realiza una defensa hacia su forma de Gobierno y finca sus esperanzas en un futuro prometedor para la Isla Caribeña. Es importante no perder de vista que la obra fue publicada en 1971, en ese contexto histórico muchos pensadores y escritores defendían lo que hoy prácticamente sería indefendible.
Finalmente, la lectura de Las Venas Abiertas de América Latina, es mucho más que una defensa del comunismo, el contenido histórico abarca de todo, economía, política, sociedad religión, mitos, etc. con el transcurso de los años Eduardo Galeano reconoció que en muchos sentidos la prosa de esta obra era tendenciosa y que él no la volvería a leer, independientemente a ese apasionamiento ideológico con que se escribió, en mi opinión la obra al igual que su escritor, son un clásico de América Latina, y en algunos aspectos el contenido no sólo es objetivo, además vigente, porque a cada pueblo por sus frutos os conoceréis.
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