El decimoprimer Parlamento de la Juventud Veracruzana 2015 nos dio una aproximación de cómo ven y perciben las y los jóvenes el momento actual de nuestro estado y país. No es una visión integral, porque muestra sólo una parte de la problemática juvenil, pero es suficiente para considerar implementar políticas públicas hacia este sector de la población.
Equidad entre los géneros, educación, vinculación laboral, derechos humanos, apoyo al campo, preservar las culturas originarias y problemas ambientales, son algunos de los temas abordados la semana pasada por las y los jóvenes que participaron en el citado Parlamento.
Organizado por la Subsecretaría de la Juventud del Gobierno estatal (Subsejuver), en coordinación con la Comisión Permanente de Juventud y Deporte de la LXIII Legislatura del Estado, que preside el diputado Octavio Pérez Garay, el evento reunió a 50 jóvenes de distintos municipios de la entidad, quienes desde la tribuna del Recinto Oficial de Sesiones del Palacio Legislativo expusieron sus propuestas, relacionadas con temas de interés social.
La agenda pareciera no ser novedosa, pero sí enciende una alerta preventiva, porque al parecer los esfuerzos institucionales de los diversos niveles de gobierno no aterrizan o no son suficientes para atender y resolver la problemática.
Aunado a lo anterior, la salud reproductiva, derechos sexuales y educación sexual son también problemas que se incorporan a la agenda de la juventud veracruzana. Los embarazos no programados se incrementan anualmente y transforman los proyectos de vida de las y los muchachos.
En este contexto, el Anteproyecto con Punto de Acuerdo para exhortar a la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) a revisar y cumplir con el Programa de Educación Sexual, cuyo propósito fundamental es prevenir embarazos no deseados, que presentarán en breve los diputados locales Mónica Robles Barajas, Marcela Aguilera Landeta, Ciro Gonzalo Félix Porras y Jesús Vázquez González.
Según la diputada Marcela Aguilera, “Con educación sexual se pueden reducir los embarazos y, por supuesto, los abortos. Hay que ayudar a las mujeres a proteger su vida, pues aunque al final es una decisión personal, los programas deben llegar a las sierras y a todas las regiones del estado, con información sobre el uso de preservativos, que además de embarazos previenen enfermedades”.
Resulta increíble que en pleno Siglo XXI aún cueste trabajo para el mundo adulto hablar y educar a nuestra juventud en relación con el sexo y la sexualidad responsable. Nos puede más nuestra moral privada, que la salud pública.
No hay que ser investigador social para darnos cuenta del problema. Con salir a los parques y ver los rostros infantiles que cargan pañaleras, empujan carriolas, cargan neonatos en vez de estar haciendo tareas o divirtiéndose con sus amistades. Jóvenes, casi niños, que dejaron las mochilas escolares para asumir responsabilidades que aún no debieran tener, y que en una alta probabilidad, son parejas condenadas al fracaso en un futuro cercano.
Los hijos son una bendición. Cierto, pero también una responsabilidad a la que debe llegarse en las mejores condiciones sociales, económicas y emocionales.
Son problemas de nuestra juventud. Por lo tanto, son nuestros problemas y sociedad y gobiernos podemos trabajar en conjunto para enfrentarlos exitosamente y colocar bien los andamiajes de la renovación generacional de nuestro estado y de este país.
Por hoy es todo. Le deseo un excelente inicio de semana y nos leemos en la próxima entrega.