Poco antes de las elecciones del recién pasado siete de junio de este año, en Xalapa y las principales ciudades del estado, la molestia ciudadana contra el accionar de los encargados del tránsito y la vialidad, sobre todo por los abusos de las grúas oficiales que en nombre del gobierno y su secretaría respectiva se daban vida deteniendo vehículos, iba creciendo esa molestia, a grados que en verdad finalmente llegaron a preocupar al gobierno estatal.
No se necesitaba de cámaras y de los recursos de la tecnología para darse cuenta que desde los cuatro puntos cardinales de la ciudad y partiendo de esa fácil justificación de estacionarse en lugares prohibidos, como si Xalapa tuviera los sitios apropiados para hacerlo en lugares permitidos, y del famoso alcoholímetro, era común ver a los carros particulares ser llevados en modernas grúas con razón social de empresas particulares, hacia los diversos corralones creados ex professo para tal efecto.
YA NOS SAQUEARON, QUE NO NOS VUELVAN A SAQUEAR
Nadie que no viviera en Xalapa sabía y se mordía un huevo porque no podía hacer nada, seguro de que no había más “corralones” que donde ocasionalmente alguna vez de hacía mucho, los agentes se habían llevado su carro por alguna parrandita.
De nada habían valido las protestas que crecían escandalosamente a través de los medios de comunicación y las famosas redes sociales.
PARECIDO A LO QUE HIZO ACOSTA CHAPARRO
Esa actitud que de inmediato el pueblo identificó con la asumida en 1982 por el entonces titular de Seguridad Pública Mario Arturo Acosta Chaparro Escapite en el gobierno de don Agustín Acosta Lagunes, porque Chaparro llegó acompañado con un equipo de élite para fregar a la gente de recursos que por ejemplo, utilizaban un muñeco inflable para arrojarlo al paso de las señoras copetonas que conducían vehículos y luego las seguían para irlas a amedrentar a su domicilio con el cuento de que habían atropellado a un cristiano y ellos las podían ayudar a superar la bronca.
Esta vez antes de las elecciones federales y afortunadamente, alguien cuyas oficinas no se ubican en el palacio principal de la calle de Enríquez y cuya experiencia rebasa con toda facilidad a sus malintencionados “jefes”, se dio cuenta del daño terrible que se le hacía a la gente, pero más que eso, que se estaba generando un pésimo ambiente para su partido, el Revolucionario Institucional; venía un periodo electoral muy decisivo para el Presidente de la República, de origen priísta y a nadie le convenía que su pastor político perdiera el control del congreso federal.
Esa persona que labora allá por el Teatro del Estado, un poco lejitos de la Catedral Metropolitana, advirtió el grave error que se estaba cometiendo y logró convencer al titular que, por el bien del sistema, había que frenar tan craso error.
De esta manera, pocos lo advirtieron pero de la noche a la mañana se suspendieron los operativos de las grúas, se bajó un poco el descontento general, aunque el daño ya estaba hecho y el tricolor perdió el lugar que tenía Xalapa en la Cámara de Diputados allá en San Lázaro.
De nueva cuenta, a nueve meses de las elecciones para , que serán el próximo primero de junio de 2016, con la osada decisión de aplicar el nuevo reglamento de tránsito se empieza a generar un embrión que podría resultar para los priístas que el maligno les traiga la primera derrota en la ancestral lucha por conservar la gubernatura de Veracruz.
Analice el que reina en las alturas si no era viable que ese reglamento que sea bueno o malo, de plano mejor se hubiera derogado para ganar popularidad. O para no dejar sembrado un ambiente de descontento.
¿QUE SE LA DEBA A MANLIO?
De otra cosa: a ver, a ver, aclarando amanece. Dentro de la percepción de algunos observadores se hace ver que la posibilidad de que el senador Héctor Yunes Landa sea el candidato del PRI a la gubernatura estatal, será por «una concesión» al nuevo líder priísta Manlio Fabio Beltrones.
Con todo respeto, olvidan que Héctor tiene una larguísima carrera política en todo Veracruz, que ha construido su candidatura a base de durísimos esfuerzos desde por lo menos a principios de los años ochenta en los que se ha dedicado a servir a los veracruzanos de muy diversas formas y se ha ganado la simpatía por su actitud sencilla y directa de enfrentar los problemas y conseguir resultados positivos.
No quieren advertir que Don Manlio lo tiene entre sus amigos precisamente por ser hombre de resultados y desdeñan que cualquiera que llegara a la dirigencia nacional del PRI lo habría notado desde el principio. Ah, pero les duele aceptar que hoy con el sonorense las cosas se facilitan más para el choleño.
Sin embargo, volvemos a lo mismo, Héctor y Pepe tienen una alianza que quien sea designado candidato del PRI, entre ellos dos, será respetado, ayudado, respaldado por ambos equipos. Para qué buscarle más mangas al chaleco.
Ora que recurriendo a la historia ya nadie puede alegar que como en los tiempos de López Portillo, dicen que don Agustín Acosta Lagunes le dijo al Presidente que si Veracruz era su dolor de cabeza “aquí está su mejoral” y fue el candidato y ganó, sin oposición como hay hoy.
A lo largo de los años diríamos “su mejor AL”, eso ya no funciona, a menos que ahora quieran probar con Tomasín Ruiz u otro foráneo.
Tenga el lector un día de muchas satisfacciones.
gustavocadenamathey@nullhotmail.com