*“No hay en nuestras vidas coìmplice maìs hermoso que el abuelo; en eìl tenemos a un padre, a un maestro y a un amigo” Leticia Yamashiro. El 28 de agosto ha sido instituido en México como el Día del Abuelo, y aunque no lo parezca, ser abuelo es un arte que requiere aceptación de la condición de la persona, paciencia, amor y humildad que, por otra parte, son elementos esenciales para vivir con dignidad esta etapa de la vida, creyendo en uno, para seguir siendo productivo, creativo y eficiente en todo. Hoy sé, al igual que muchos otros amigos que la intervención de uno como abuelo (que es un privilegio) debe ser siempre de manera inteligente, aderezada de intuición -que es necesaria- para no herir susceptibilidades con los padres de nuestros nietos. Actitud que debe ser con la palabra, insinuación y actitud acertada para zanjear la serie de dificultades que pudiesen existir alrededor de uno. Tener -lo que es privilegio de pocos-, la autoridad moral, cuestión que se reduce por la obcecada tendencia de sufrir tropiezos en carne propia y no experimentar en cabeza ajena, lo que es lamentable, pues estos seres solo destilan hacía sus nietos los mejores sentimientos que la raza humana puede dar al prójimo: Amor, cariño, respeto, ternura, verdad, justicia y honradez, que basados en experiencia y la sinceridad que dan los años y los golpes de la vida, convierten todo esto en senderos sublimes de conducta, que debe reivindicarse por lo importante y trascendente que es y debe ser. Disfrutar en nuestra existencia en el honroso y sublime papel de abuelo, es remontarse en el tiempo y valorar los sabios consejos, cuidados y amor de los progenitores de nuestros padres, esos personajes que muchos disfrutaron y otros como el que esto escribe solo escuchó que vivieron algún día, seres que ocasionalmente irrumpen en momentos fundamentales de cada una de la familia con un toque celestial y divino. Lo cierto de todo esto, lo que debemos saber, es que el camino hacia la cumbre atraviesa en línea recta al albañal, por ello nuestros sublimes abuelos nos recomiendan entre otras cosas, cuestiones prácticas y sencillas, las que de verdad no son un sacrificio y si una bendición, por ello antes de hacer hay que pensar y no lo contrario, entendiendo esto, así nuestro sufrimiento en esta madre tierra no será tan angustiosa y angustiante, veamos lo siguiente: No ser perito en todo y realizador de nada. Cuando nos veamos enfrentado a una decepción o a una pérdida, formulémoslo esta crucial pregunta: ¿qué importancia tendrá dentro de diez años? Nadie encontró jamás un tesoro enterrado sin tener que cavar para ello. La mayor parte de las veces el éxito se encuentra debajo de la superficie, cavemos todos los días. Asegurémonos de tener como mínimo seis buenos amigos antes de que llegue nuestra hora. Cuando creamos en algo de todo corazón, ponernos de pie, expresándolo, haciendo oír la voz. Todo el mundo pasa la vida entera tratando de llegar allí, y cuando llegan descubren que no hay ningún allí. Para ser exitoso no tenemos que hacer cosas extraordinarias, solo hacer cosas ordinarias extraordinariamente bien. El verdadero hombre inteligente es el que aparenta ser tonto delante de un tonto que aparenta ser inteligente. Podemos estar bien, aun cuando los otros no tengan una buena opinión sobre nosotros mismos. Por lo tanto, lo que importa no es lo que piensan de nosotros, sino lo que uno piensa de sí mismo. ¡Soltemos el pasado, dejar de preocuparnos por el futuro, vivamos el presente, la vida es maravillosa y todo va a estar bien! Apoyemos a quienes veamos desanimados, tener siempre una voz de aliento para quienes se sienten derrotados. Apoyemos con palabras a los desalentados para que les infundamos capacidad de superar frustraciones y sobrellevar angustias. Si hay amor en nuestro corazón, podremos transmitir confianza, apoyo y esperanza, El amor a la vida no es en el fondo sino el temor a la muerte. Es mucho más fácil, en general, morir por los otros que saber vivir para ellos. La naturaleza otorga la virtud de ser bueno, útil, importante y necesario para muchos. Como abuelo felicito a quienes orgullosos aman a sus nietos en todas las circunstancias, porque hacerlo así; estaremos reiterando el afecto a nuestros hijos y el temor al creador de todo cuanto se nos ha dado, recordar que un abuelo es una persona con plata en el pelo y oro en su corazón. ¡Estamos! alodi_13@nullhotmail.com