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¿Qué se necesita para despertar a la conciencia, los gobiernos comiencen a buscar soluciones y el mundo salga a las calles exigiendo apoyo? Una foto, ¿Cuánto durará la sensibilidad despertada? No lo sabemos, pero de momento la fotografía de un niño de 3 años muerto a la orilla del mar ha conmocionado a personas de todas partes, incluso en México, dónde piden refugio para 10 mil sirios a través de la página de change.org. Más de 28, 500 ciudadanos solicitan al presidente Enrique Peña Nieto brindar apoyo como se ha hecho antes con Españoles al final de los 30’s. En la petición se afirma que un grupo de senadores, está planeando una iniciativa para hacer frente a la crisis humanitaria que se vive desde hace más de 4 años.
La foto de Aylan Kurdi no es la primera que refleja el sufrimiento en Siria y se vuelve viral, por eso insisto en que el súbito despertar ésta vez debe durar y de verdad tornarse en acciones, las buenas ideas e intenciones se agradecen pero de nada sirven si 14 millones de niños siguen sufriendo por los conflictos bélicos. En abril del año en curso se popularizó la fotografía de una niña que se rinde ante la cámara, a cualquiera se le parte el corazón al ver su cara asustada, mordiendo su labio y con las manitas levantadas porque pensó que el fotógrafo le apuntaba con un arma. La escena tuvo lugar en un campo de refugiados, el sufrimiento de los niños y el trauma es inmenso, ven morir personas constantemente y tienen que dejar sus hogares, muchas veces para enfrentar un destino igual de cruel, como fue el caso de Aylan, su hermano, su madre y otras personas que viajaban con ellos en la balsa.
Desde que comenzó el conflicto sirio han muerto más de 230,000 personas, entre ellas casi 11,500 niños, de acuerdo a la ONU el año pasado 2165 de los niños fallecidos eran menores de 10 años. Pero no sólo se sufre con la muerte, también duele irte de la tierra que amas, duele el hambre, la pobreza, la falta de educación y la violencia. “Los sirios necesitan ayuda ahora, sólo detengan la guerra y no querremos venir a Europa” dice un niño en un video que también ha sido difundido a través de las redes. Las personas que buscan asilo en otros países no están migrando por buscar un mejor trabajo o comodidades, ellos sólo quieren salir con vida.
El artículo 14 de la Declaración Universal de los Derechos humanos señala que: “En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en otros países”, y mientras países como Alemania y Austria abren sus puertas, otros como Reino Unido y Hungría se niegan a aceptar personas o al menos el número que les corresponde, pues recientemente se aprobó la distribución obligada de refugiados, la cual señala repartir 120 mil entre los 28 países que conforman la Unión Europea.
¿Y nosotros qué podemos hacer para ayudar? ¡Reaccionar! , y exigir a los gobiernos su involucramiento y la acción, pero no sólo en lo que respecta a la crisis que se vive del otro lado del mundo, México también tiene guerras, problemas de migración y sobre todo niños, los cuales mueren día con día y sufren por un conflicto al que nos hemos acostumbrado: el narcotráfico. Se estima que entre 20 mil y 30 mil niños son víctimas de estas redes de explotación, es decir el negocio ilícito crece gracias a sus trabajos forzados.
Tal como Témoris Grecko señalaba al hablar del caso de Aylan Kurdi: “No hay que ir muy lejos para cumplir con nuestras obligaciones humanas: sólo tenemos que levantarnos del sofá y actuar”. Es bueno ofrecer asilo a miles de sirios, y consternarnos por la movilización migratoria más grande desde la segunda guerra mundial, pero creo que si de verdad queremos hacer algo tenemos que comenzar por nuestro entorno más cercano.