Buen día, apreciado lector:
Aunque estamos en plenas festividades patrias, como andan las cosas desinfladas en lo económico ya no digamos en el país, sino en el estado, con la falta de empleos y una crisis próxima anunciada, a Veracruz no le queda más camino que recurrir a la invención de cuestiones que sean verdaderamente atractivas para el turismo extranjero.
Está claro que para que nos visiten los dueños del billete gringo se debe realizar una enorme promoción internacional de nuestros atractivos de playa y de campo, que son tantos y que están por todas partes.
Solo así podremos atraer los recursos que permitan a la gente tener empleo e ingresos para la propia subsistencia.
Por lo visto en los últimos años, si lo hubiera, el pueblo de Veracruz no ve ni siente apoyo alguno del al gobierno federal y mucho menos del Presidente de la República, para ayudar a la gente a salir de la crisis.
Por el contrario hemos visto y sentido medidas arbitrarias que han ayudado a desaparecer los pequeños negocios de la gente de la cuadra en nuestra colonia, que se vio obligada a cerrar sus pobres fuentes de ingresos, como venta de gorditas, de tacos, de tamales, vaya, ¡por no poder cumplir los complicados requisitos fiscales!
Yo creo que para que los aspirantes a gobernar Veracruz los próximos años puedan atraer electores, no les queda otra que asumir la bandera de la creación de empleos. Peña Nieto dijo que con sus reformas saldríamos adelante, pero eso aún no lo vemos.
Es más fácil que se permita y se apoye la creación de fuentes de empleo turísticas en todas nuestras playas, que se den todas las facilidades y se mejoren las vías de acceso. Así lo han hecho otros países y ese ejemplo debe de seguirse.
Héctor y Pepe Yunes que por el partido en el poder son los únicos aspirantes a la gubernatura con reales posibilidades de contar con el respaldo popular para ganar la gubernatura, ya deben empezar a tomar esas decisiones. Como senadores de la República cuentan con toda la autoridad para hacerlo.
TURISMO RELIGIOSO
Por otra parte, con alguna frecuencia este reportero ha insistido en la necesidad de que se aprovechen tantas oportunidades para explotar comercialmente el turismo religioso en nuestra entidad.
Si aquí en Xalapa, el gobierno, la iniciativa privada y el clero se pusieran de acuerdo, en serio, con ganas de concretar mayores oportunidades para el pueblo, se abrirían muchas más fuentes de trabajo con el turismo religioso.
En México tenemos el ejemplo de Juquila en Oaxaca, es impresionante la cantidad de autobuses que circulan por esa región a pesar del enorme peligro que constituyen sus sinuosas y muy peligrosas laderas y grandes acantilados, pero son gente que va movida por la fe. Y no se diga la famosa fiesta de la Guelaguetza que tanta promoción recibe en las televisoras del país y seguramente de afuera.
Reitero, en esta capital tenemos un santo y en ciernes la canonización de otros dos; ¿cuántas poblaciones quisieran tener por lo menos un venerable santo local, milagroso y atractivo como el que más, según se manifiesta entre los creyentes.
Si la gente del gobierno que maneja el área del turismo, los empresarios hoteleros, los restauranteros, transportistas y demás, valoraran el enorme significado que tiene la figura de San Rafael Guízar y Valencia y pronto la que tendrán el padre Martín del Campo y el beato Darío Acosta, harían promociones y anuncios espectaculares de radio y televisión para que vengan a Xalapa autobuses llenos de turistas como sucede en el Cerro del Cubilete en Guanajuato o en Juquila, en Oaxaca, o en San Juan de los Lagos y Chalma.
Las fiestas patronales de cada lugar, siempre serán un enorme atractivo y todavía más si a eso se les juntan los grandes paisajes, los lagos, las zonas boscosas, la comida y sobre todo los ríos y el mar. Ya lo hacen varios países y otros estados mexicanos, ¿y aquí, qué esperan para intensificar una gran campaña que le de trabajo al pueblo?, ¿Por qué no se utiliza su imagen y la de tantas fiestas patronales de todo el estado, para atraer a los cientos de miles de católicos del país y del mundo que andan en busca de milagros por todas partes?
Me están oyendo…
Por cierto volviendo al asunto que les platiqué recientemente sobre el libro de Taylor Caldwell titulado La Columna de Hierro, hay otro pasaje que pareciera describir asuntos de nuestra época, a pesar de que se refiere a la vida del ilustre romano Marco Tulio Cicerón.
Cuando habla de la época en los estudios inciiales de Cicerón, detalla: “Marco aprendió por primera vez que la virtud y los buenos modales no procuran necesariamente amigos, así como tampoco la grandeza de ánimo o la inteligencia. Al revés, descubrió que estas cualidades a veces causan un efecto repelente, siendo los hombres como son.
“Un hombre perverso es más soportable para la mayoría que uno bueno, que es para ellos un constante reproche y al que hay que despreciar. Nunca pudo comprender por completo los motivos que guiaban a los que eran como Lucio…”.
Muy de actualidad, ¿no?
Tenga el lector un fin de semana lleno de paz y armonía. Aproveche el tiempo y lea.
gustavocadenamathey@nullhotmail.com