El papa Francisco despierta gran esperanza y entusiasmo entre los católicos estadounidenses, cuya Iglesia se mueve entre grandes contradicciones. Hay obispos progresistas y teólogos y teólogas muy abiertos, que producen lo mejor de la nueva teología moral enraizada en la realidad de los hombres y mujeres del siglo XXI, pero también sectores muy conservadores.
septiembre 22, 2015

El 23 al 28 de septiembre el papa Francisco realiza una gira pastoral por Estados Unidos. De los 320 millones de habitantes que tiene el país 24%, unos 78 millones, son católicos, y el 51% protestante o evangelista, que suman unos 162 millones divididos en muy diversas denominaciones. Los católicos son el grupo cristiano con más adeptos.

En los últimos años una gran cantidad de fieles, algunos dicen que hasta 30 millones, han abandonado la Iglesia. “El 70% de los que han dejado de ser católicos lo atribuyen a que no reciben aliento espiritual. Algo, sin duda, se está haciendo mal. La Iglesia está fuera de la realidad”, asegura Thomas Groome, profesor de la Escuela Teológica de Boston.

La mayoría de los 54 millones de personas de origen latino en Estados Unidos sigue siendo católica aunque también en este grupo se ha reducido su número. En 2010, el 67% se decía católica y en 2015, el 55%, y ahora el 22% de esta comunidad se asume como evangélica, según el Centro Pew de Investigación.

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Hay quienes aseguran que la visita del papa pretende hacer frente a la reducción de católicos en ese país, pero otros, como el teólogo de la Universidad de Dayton, Dennis Doyle, considera que el viaje del papa no responde “a una preocupación por el número de los católicos. Creo tiene más que ver con la autenticidad del mensaje, con renovar la fe”.

El papa Francisco despierta gran esperanza y entusiasmo entre los católicos estadounidenses, cosa que no hacía el papa Benedicto XVI. La Iglesia de Estados Unidos se mueve entre grandes contradicciones. Hay obispos progresistas y teólogos y teólogas muy abiertos, que producen lo mejor de la nueva teología moral, enraizada en la realidad de los hombres y mujeres del siglo XXI, pero también sectores muy conservadores.

La preparación del viaje del papa ha motivado la realización de distintas reuniones entre los obispos estadounidenses, que han sido espacio para conocer las diversas posiciones y también para abrir el debate. Teólogos y jerarcas estadounidenses plantean que la visita pastoral del papa era urgente y que va a dejar grandes beneficios a la Iglesia y sus fieles.

Es conocido que en el cónclave donde fue electo el papa Francisco, la mayoría de los cardenales estadounidenses apoyaron de manera abierta la candidatura del cardenal Bergoglio. Conocían su posición clara y enérgica en torno a la pederastia, su sencillez y austeridad aunadas a una mentalidad abierta, dotes de gobierno y buen comunicador. Eso querían del sucesor de Pedro y éste no los ha defraudado. Todo indica que el viaje que inicia este miércoles tendrá un gran éxito.

@RubenAguilar