Las caricias iban subiendo de intensidad. Sus manos empezaban a tocar mi cuerpo que temblaba, pero no de miedo, sino de placer. La adrenalina y el deseo empezaron a juntarse y de repente, ambos teníamos los pantalones en el piso. Mi respiración agitada y el corazón acelerado hacían que tratara de morderme los labios para no gemir.
Mi vista era hacia esa escalera de caracol, esperando que no subiera nadie que nos sorprendiera. De vez en cuando echaba un ojo a la vista hermosa de la naturaleza desde aquel Mirador del Cerro de Macuiltépetl.
Ese fue uno de mis recuerdos cuando leí la encuesta “Fantasías Sexuales” realizada por la Asociación Mexicana para la Salud Sexual, AC (AMSSAC) hace unos meses a varios mexicanos.
Realmente los resultados son sorprendentes, pues el 90 por ciento de los encuestados fantasea con tener actos sexuales al aire libre.
Y disculpe usted si en esta ocasión no hablo del reglamento de tránsito, la economía o la política, pero recordé las palabras de German Dehesa: “hoy toca”.
Entonces toca hablar de sexo, de fantasías, de cachondeces. ¿O usted no tiene fantasías eróticas?
Según la encuesta de la AMSSAC, el 42 por ciento de los hombres tienen fantasías, mientras que el 23 por ciento de las mujeres están en las mismas condiciones.
El 98 por ciento de los mexicanos encuestados fantasea con tener sexo en lugares distintos a la recámara. Y vuelvo a recordar que lo mejor es encerrarse en un motel, ¡ah! pero tenga cuidado porque los lavabos no los pegan bien. Bueno ¡me han contado!
La misma encuesta indica que el 92 por ciento de los participantes tienen fantasías directamente asociadas con practicar sexo oral de manera activa. ¡Fantasía recientemente cumplida!
Aunque otros mexicanos van más allá, pues el 68.51por ciento de los encuestados ha fantaseado alguna vez con participar en una orgía. ¡Palabras mayores para mí!
No podían faltar los que fantasean con tener sexo con un artista o deportista famoso (24%). No sé usted, pero ésas nunca las he contemplado. Mmmm tal vez con Marc Anthony, sólo si me canta después “¡Valió la pena!”
Las fantasías también aplican en el trabajo, con los compañeros del mismo. Allí el 38 por ciento lo desea, pero también hay un 31.49 por ciento que afirma nunca haber tenido una fantasía. ¿Será cierto o le dio pena externarlo?
En otro estudio realizado y dado a conocer como “Sexualidad e inteligencia erótica de los mexicanos”, se descubrió que los aztecas no están satisfechos sexualmente, incluso el 75 por ciento afirma haber fingido placer, mientras que el 73 por ciento no llega al clímax.
¿Por qué pasa eso? la misma encuesta refiere que de 7 mil mexicanos encuestados, el 76 por ciento contestó que no se hace nada previo antes de tener relaciones, es decir, no hay romance, cachondez, caricias o jugueteo previo.
Creo que los mexicanos aplicamos más el ¡pin pon papas! o el ¡nos echamos un rapidito! Tal vez ésa sea la causa de que sólo el 34 por ciento esté satisfecho sexualmente.
Al respecto, el doctor Eusebio Rubio-Aurioles, Director General y Fundador de la AMSSAC, dijo que “es necesario cuidar, mejorar y optimizar la salud sexual ya que esto influye directamente en el individuo y produce beneficios directos en la salud física y mental”.
¡Qué hacen muchachos! Fueron las palabras del policía que por la cachondez no vimos llegar. En ese momento fui la adolescente más rápida de Xalapa y me subí los choninos y pantalones.
Me van a tener que acompañar. Upsss ¿a dónde? Pues a la Comandancia.
Definitivamente esas palabras apagaron nuestra calentura y cachondez, pero cumplimos la fantasía… ¡Hacerlo al aire libre y en las alturas!
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