René Avilés Fabila en diversas entrevistas ha manifestado que él se siente más cuentista que novelista, e incluso basado en Edgar Allan Poe, afirma que una de las ventajas del cuento consiste en mantener el interés del lector a tope por la brevedad e intensidad de lo narrado. Desde mi experiencia como lector, considero que en el buen cuento hay precisión, contundencia, regularmente no existen bajas, en cambio en la novela es difícil mantener el relato a plenitud, lo antes mencionado no es una regla general, porque el propio René Avilés escribió una novela, que cuando empiezas a leer la historia te atrapa y no dejas de leerla hasta conocer el final, éste es el caso de la novela titulada: Tantadel.
La primera edición de la novela es del año 1975, con Tantadel René Avilés inicia en su obra literaria el ciclo del amor, del desamor, del erotismo y el deseo, narrado a través de la ficción e imaginación, pero no olvidemos que la ficción es producto de la realidad y ésta a veces supera a lo imaginado, es por ello que me aventuraré a decir que Tantadel tuvo existencia real de carme y hueso, y no sólo fue un producto de la literatura.
La novela inicia con la expresión: “CÓMO iniciar la narración:” Y con esta misma estructura iniciaré platicándoles que Tantadel es una joven muy guapa de 25 años de edad, el nombre de quien platica la historia nunca aparece, lo más importante es contar el amor y odio que al mismo tiempo le tuvo a Tantadel, para que tal vez, ciertos lectores leyeran la historia de amor o el narrador se conformaba con que una persona la leyera, naturalmente se refiere a Tantadel.
“Ese es el principio, Tantadel. De esta manera comenzó nuestra historia, la que deseo contar para que sepas cómo vi la relación, cómo la veo, para que te enteres de lo que guardé por temor a herir tu susceptibilidad o porque a veces no puedo decir las cosas; quiero que ahora comprendas cuanto te odié en unos momentos y cuánto te quise en otros. Sorprendente, ignoro los sentimientos que hoy padezco por ella, son confusos o más bien una mezcla de varios: amor, desprecio. Cuando rompió conmigo sentí ahogo, una angustia sofocante que se adueñaba de mis estómago, de mis pulmones, de mi garganta, que impedía el trabajo rutinario; no razonaba, y por muchos días no supe que hacer; sólo pensaba en Tantadel caminando por los lugares que en el pasado frecuentamos; vagaba por nuestros sitios.”
El narrador conoció a Tantadel en la universidad, desde esos años él tuvo interés en ella, sin embargo nunca existió nada entre ellos, ni siquiera amistad. Tantadel era la chica cotizada que todo mundo pretendía, cinco años después en una reunión de exalumnos de Ciencias Políticas se reencontró con Tantadel, esa noche del reencuentro se emborracharon en un cabaret y bailaron a ritmo de danzón: “La música de fondo pasó a ser danzón y los borrachos sacaron a las putas a bailar y yo a Tantadel. Y bailábamos igual que borrachos y putas, apretándonos fuertemente, tratando de que los sexos quedaran lo más juntos posible.”
Después de tomar varios tragos, escuchar flamenco, el narrador y Tantadel terminaron en el departamento de ella, la primera experiencia sexual no fue la mejor, porque el narrador al estar muy tomado se quedó dormido, pero no olvidemos que apenas está iniciando una historia de amor, pasión y deseos, por supuesto que en la lectura habrá algunos pasajes eróticos, pero realmente la novela va mucho más allá, porque un punto importante de la historia es que los personajes a pesar de que se aman, no pueden consolidar ese amor, están juntos y al mismo tiempo no lo están, con el transcurso de la convivencia amorosa se empiezan a presentar los clásicos problemas existenciales y reales, que hacen nuestras relaciones sufribles y casi invivibles.
Entre la joven pareja no existía ningún problema que les prohibiera vivir su amor, si bien Tantadel había vivido con tres personas de manera formal, ya no existía ningún lazo que los uniera a ellos, las limitantes siempre las puso el narrador, de entrada, desde el inicio le mintió a Tantadel diciéndole que era casado y estaba muy enamorado de su esposa, que si la engañaba era porque él nunca había sido hombre de una sola mujer, pero que con su bella esposa lo tenía todo.
La realidad es que con el transcurso de los días el amor de los dos fue creciendo y eso mismo los hacia sufrir, porque cuando existe un verdadero amor, este exige entrega total, Tantadel si bien aceptaba compartirlo con su esposa, ella lo quería para él, es por ello que un día le dijo que tenían que terminar, que carecía de sentido seguir torturándose: “Su voz me impresionó: estaba sufriendo. Y yo padecía por ella y por la eminencia de la ruptura. Pude haberle dicho que no era casado, que mi famosa mujer era un invento, que únicamente quería a Tantadel, y no lo hice. Las palabras no salieron. El orgullo me impidió contradecir su decisión. Por otra parte no deseaba derrumbar una mentira tan magníficamente urdida, que me envanecía: logré crear una mujer ideal, la esposa perfecta, llena de virtudes, de talento, de cultura, casi equiparable a un dios. Entonces preferí darle la razón a Tantadel que peleaba por mí, que estaba luchando por el amor .Opté por conservar mi matrimonio.”
La pareja decidió terminar su relación cuando el amor estaba a plenitud, no existía nada importante que los limitara, sólo el orgullo, los complejos, los celos, el temor a la entrega total, etc. por eso el narrador escribía éste libro para poder expresarle a Tantadel lo que sentía: “Reconozco que estaba haciendo de mi vida un infierno al cual arrastraba a Tantadel, no obstante, en más de un terreno, fuiste la relación más bella que he tenido: tú me enseñaste a hacer el amor a la luz del día, a no ver el cuerpo con vergüenza; antes lo hacía oculto en la oscuridad, sin dejarme ver y viendo furtivamente a mi compañera. Y es que eres distinta, Tantadel, actúas sin morbosidad, guiada por una tabla axiología de moral superior. Después de ti, difícilmente hallaré otra mujer que se te parezca.”
Si el narrador recuperó a Tantadel cuando le leyó el libro, lo podrá investigar usted estimado lector, al momento de leer la novela, le anticipo que no es una historian trágica, considero que lo narrado tiene mucho que ver con lo complicado y absurdo que somos, porque estamos siempre esforzándonos consciente o inconscientemente, a darle a la mayoría de nuestras historias un final que no sea feliz, somos en el amor igual que el mito de Sísifo, vivimos luchando para encontrarlo, y cuando lo tenemos en frente salimos corriendo.
Correo electrónico: miguel_naranjo@nullhotmail.com