Defensor de la patria ante la invasión norteamericana de 1914, no con las armas, lo hizo con la enseñanza, se enfrentó de forma verbal a los altos mandos castrenses norteamericanos que intentaban imponer una enseñanza afín a sus intereses, pero no contaban con la estrategia implementada por Delfino que encabezando a un grupo de profesores siguieron impartiendo la enseñanza a escondidas. Posteriormente fue maestro de José Mancisidor, impulsó nuevos métodos de enseñanza, y fue director de la Escuela Normal Veracruzana.

Delfino Valenzuela, nació en Paso de Ovejas el 16 de noviembre de 1871, hijo de los señores Tomás Valenzuela y doña Gumersinda Porras. Se cuenta que al terminar su educación primaria lo pensionaron para que siguiera sus estudios en la Escuela Normal del Estado, no defraudó a los suyos ya que con brillantes calificaciones, en 1891 se tituló como Maestro de Escuela. Fue tal su compromiso con la educación que desde que cursaba el quinto año de primaria le encargaron la dirección del plantel “Francisco Javier Clavijero”.

Siempre preocupado por una educación integral de los niños, interesado en nuevas técnicas pedagógicas creó un patrón de enseñanza que llevaría a cabo en la escuela “Modelo” de la que por razones diversas no pudo ser su director pero dejó el proyecto educativo que consistía en agregar además de la enseñanza: el deporte, la ciencia, un horario de 12 horas de actividad incluyendo tiempo de estudio, almuerzo y labores agrícolas, proponiendo en el documento una convivencia plena de respeto y amistad.

Cuando en la invasión norteamericana de 1914 los maestros con firmeza enfrentaron a los norteamericanos, Delfino Valenzuela director de la escuela cantonal destacó al enfrentar al general Fletcher que pretendía acondicionar la enseñanza a favor de los Estados Unidos; ante la imposibilidad de seguir los lineamientos que se trataban de imponer ya que cerraron las escuelas, llamó a 50 maestros implementando una estrategia de enseñanza llamada “escuelas callejoneras”, en claro desacato a lo impuesto pues estaba prohibido dar clases, ellos impartían las enseñanzas a escondidas en casas particulares, en los patios de las vecindades, entre los lavaderos. Con una gran unidad las madres de los alumnos vigilaban la puerta y cuando veían algún soldado cerca de inmediato daban aviso y los niños se ponían a jugar y los maestros a lavar la ropa, barrer o esconderse, una vez pasado el peligro reanudaban la clase. Para esto no recibían ninguna remuneración, lo hacían solo por la vocación de la docencia. Formó una junta de beneficencia y con la cooperación popular permitió la incorporación de nuevos maestros venidos de lugares lejanos. Al finalizar la ocupación fueron reconocidos los valerosos María Malar, Pablo Lamont, Josefa Fentanes, Lolita Cortés y por supuesto Delfino Valenzuela. Ese mismo año fue nombrado Director de la Escuela Normal Veracruzana, posteriormente fundó la Escuela Veracruzana y la Comercial Anexa.

Promovió la enseñanza preescolar haciendo las gestiones para que la organización quedara a cargo de la maestra Rosaura Zapata pero debido a los convulsionados momentos no pudo hacerse hasta 1918 impulsada por el gobernador Heriberto Jara, quien invitó a la educadora Berta Von Glumer para terminar de organizar esa etapa educativa.

Tuvo muchos alumnos destacados, uno de ellos fue José Mancisidor, que cursó parte de sus estudios primarios con el connotado maestro cuando ejercía en la escuela cantonal Francisco Javier Clavijero. En una etapa posterior siendo un adulto recordaba los conocimientos adquiridos de Delfino Valenzuela y plasmó sus recuerdos en la novela Se llamaba Catalina, haciendo una remembranza cuando su profesor lo alentaba a no decaer por haber bajado sus calificaciones, pidiéndole a sus padres que lo ayudaran por las tardes a leer en voz alta para estimular su imaginación, lo que a la postre resultó ser un acierto beneficiando a uno de los grandes escritores de nuestro estado.

La vida de este ilustre maestro que surgió del interminable manantial veracruzano, llegó a su fin el 28 de febrero de 1954 en la ciudad de Veracruz

manantialdepalabras@nullhotmail.com