Estoy en la plenitud de la senectud, dijo alguna vez Tin Tan. ¿Y cuál es el tiempo de tu vida? Parece que vivimos acorralados por el miedo, las enfermedades y la muerte. Me pregunto con Fernando del Paso, ¿en qué momento nos hemos dejado caer en la violencia, la corrupción, el narcotráfico, la indiferencia, el abismo?
Arnoldo Kraus escribió que “la invención de enfermedades —Disease Mongering, término creado en 1992 por Lynn Payer, periodista especializada en temas de salud— es un espacio formidable: la derrama económica y la conversión de individuos sanos en enfermos potenciales es negocio redondo.
“Dependiendo de la falta de escrúpulos éticos de médicos y farmacéuticas, cualquier dolencia o síntoma puede convertir al sano en enfermo, al poco enfermo en muy enfermo y al síntoma en posible patología. En el rubro “la invención de enfermedades”, las alteraciones psiquiátricas son, además de las modificaciones químicas señaladas, la punta del iceberg de la medicalización de la vida”.
¿Pa’ que seguir viviendo? Pos hay que seguir viviendo, chínguese el que se raje. En The Lapham’s Quarterly (citado en Nexos, enero 2015), el tiempo de vida en promedio: Mosca de mayo: 5 minutos. Luciérnaga: 2 meses. Mariposa monarca: 7 meses. Carbonero de capucha negra: 2.5 años. Zorra roja: 3 años. Puercoespín: 6 años. Alce: 10 años. Cuervo: 13 años. Panda gigante: 20 años. Ganso canadiense: 24 años. Avestruz: 35 años. Albatros: 50 años. Ser humano moderno: 70 años. Cocodrilo de agua salada: 70 años. Ballena azul: 85 años. Tortuga de las Galápagos: 100 años. Gusano de tubo: 250 años.
¿Cuántos años quiere usted vivir? Jorge Luis Borges decía que no le gustaba la eternidad, porque es aburrido seguir siendo Jorge Luis Borges todo el tiempo. ¿Así o mejor explicado?
Los días y los temas
En parametria.com leo: “Las instituciones en las que más confían los mexicanos son: amigos y familiares (82 %), la iglesia católica (72 %), los sacerdotes (65 %), la marina (61 %), el ejército (60 %) y los maestros (54 %).
“Los noticieros de radio (44 %), la Comisión Nacional de Derechos Humanos (44 %), los noticieros de televisión (40 %), el Instituto Nacional Electoral (35 %), cuentan con porcentajes de confianza entre 44 % y 35 %. En México, la confianza que los ciudadanos tienen en los medios de comunicación como son noticieros de radio, periódicos y televisión es mucho mayor a lo registrado en otros países, por ejemplo en EEUU, quienes históricamente manifiestan tener menos confianza en ellos.
“Tres de cada diez entrevistados en el país afirmaron tener mucha o algo de confianza en la policía federal (33 %), el Instituto electoral de su Estado (33 %), los bancos (32 %), y la Suprema Corte de Justicia (30 %).
“Entre las instituciones que generan menor confianza en los mexicanos se encuentran los jueces (27 %), las policías estatales (25 %), los empresarios (25 %), el Ministerio Público (23 %), los Sindicatos (23 %), los agentes de tránsito (20 %) y los partidos políticos (19 %). Destaca que cuatro de las siete instituciones que tienen menores porcentajes de confianza tienen que ver con la impartición y procuración de justicia.
“Los partidos políticos no sólo en México, sino en gran parte del mundo son de las instituciones que dan menos confianza a los ciudadanos. No obstante, este año en México el 19 % dijo confiar en ellos y el 80 % mencionó tener “poco” o “nada” de confianza en estas instituciones”. ¿A poco?