Será eso solamente: una comida para redimir la unión interna del PRI en Veracruz. Eso solamente, que es mucho, y muy abundante para estos tiempos que corren.
Como siempre, los anfitriones serán quienes son los mejores en Veracruz: la familia Yunes Zorrilla, encabezada por don José Yunes Suárez.
En su rancho de Las Vigas, que se llama San Julián -un nombre enraizado en la historia de la familia, el del patriarca, y que llevó dignamente su hermano querido, un hombre de bien y abogado capaz, a quien extrañamos desde que se adelantó en el camino apenas hace unos meses-… en su rancho, decía, por años don Pepe y sus hijos, Pepe el senador y Ramsés el extraordinario comunicador, han recibido a toda la clase política de Veracruz y a buena parte de la del país. También han disfrutado su generosa hospitalidad los más reconocidos periodistas y los más importantes empresarios, y todos coinciden en que se sienten como en casa, ante el excelente trato que reciben.
Comida insuperable, bebida de la mejor calidad, música de primera y sobre todo el calor de la amistad que derraman todos los integrantes de esta familia, orgullo de todos los que tenemos sangre peroteña.
Como en muchas otras ocasiones en San Julián, el inminente viernes 27 habrá un evento de suma importancia para los intereses del partido tricolor, que ha sido hegemónico en Veracruz y se plantea seguirlo siendo. Y es importante, crucial, porque ahí se dará la versión más acabada de una de las mayores fortalezas del Revolucionario Institucional: la unidad de todos los grupos y liderazgos que convergen; unidad que se levanta por encima de los intereses particulares para poder competir con las mejores condiciones en la campaña electoral que habrá el próximo año, en la que los ciudadanos veracruzanos decidirán el nombre del nuevo Gobernador a partir del 1 de diciembre de 2016 y de los 50 diputados de la LXIV legislatura, que entrará en funciones el 1 de octubre del año entrante.
En esa comida de la unidad priista estarán todos, todos, todos.
Vendrá el líder nacional del partido, Manlio Fabio Beltrones; acudirá a la invitación igualmente el Gobernador de Veracruz, doctor Javier Duarte de Ochoa; estará el otro senador priista veracruzano, Héctor Yunes Landa; se presentará el presidente del CDE tricolor en Veracruz, Alberto Silva Ramos, en congruencia con su reiterada convocatoria a la unión de todas las fuerzas internas del partido.
Habrá mensaje… y mensajes. No faltarán quienes quieran leer las señales para el futuro inmediato que anhelan. Pero será una reunión de políticos experimentados y capaces, no de párvulos e inocentes aspirantes.
Por eso será una comida en la que habrá un mensaje importante, crucial para todos los priistas veracruzanos. Y el mensaje será que todos irán unidos para retener el poder estatal que no han soltado en años.
No habrá ningún destape. Lo siento por los desesperados y por los que se les acabó el tiempo. No habrá pronunciamientos en favor de nadie. Y no los habrá porque aún no es el tiempo de desvelar la cortina.
La definición del candidato será en las últimas semanas de enero entrante. Y será el mejor para todos los priistas, que se aglutinarán en torno a él.
Lo del viernes será el primer paso del priismo veracruzano hacia el 2016. Y una vez más en la historia, el histórico rancho San Julián será el escenario más adecuado.
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