Buen día apreciado lector:
¿Se acuerdan de aquella canción de Roberto Jordán de los años setentas?:
“Si tú me quieres dame una sonrisa, si no me quieres no me hagas caso, pero si ahora tu me necesitas, lo tengo que saber,
y tú mi bien, una señal, me vas a dar, y sólo dame una señal chiquita….”.
Así se puso para Héctor Yunes y seguidores el asunto en torno a la definición del candidato priísta a la gubernatura, durante la visita presidencial de Enrique Peña Nieto, para celebrar un aniversario más de la Armada de México el pasado lunes en el puerto jarocho.
Resulta que, todos atentos al mínimo movimiento del Primer Priista del País, al término del evento Peña Nieto se fue a saludar a los invitados; de repente le toca el senador Héctor Yunes Landa y alguien de la fila de atrás, me pareció Yolanda Gutiérrez Carlín, le pide una “selfie” , o sea una foto con el celular.
Peña entonces va y se coloca a la izquierda de Héctor; a su lado se repega Carvallo, y otros suspirantes se lanzan desesperados a la caza de la lente. Pepe Yunes no asistió.
La versión de Héctor que le dio al periodista Luis Ramírez Baqueiro, es de que “el presidente fue muy cálido, como siempre lo es con un servidor; incluso más allá de la mano, fue generoso en un abrazo afectuoso; un simple saludo…, alguien tomó una fotografía y el Presidente me hizo el favor de pedirme que estuviera a su lado en ella; no más de eso; fue una deferencia que tuvo con su servidor”.
Hasta ahí las cosas. Después de eso imagino que Héctor saldría recordando a Roberto Jordán:
“Si no te gusto, no me digas nada, que tu silencio me lo diga todo, pero si te gusto dame una mirada, que sea la señal, que bastará, para saber, que me amarás. Y solo dame una señal chiquita, ¡oh mi vida!, que sepa que te gusto ¡oh si!…”.
El siguiente capítulo de esta dramática historia se estará escenificando hoy viernes por la tarde, con la famosa comida de San Julián Perote, con los protagonistas Don José Yunes Suárez (saludos); Pepe Yunes Zorrilla y Héctor y sobre todo, el domingo, con el informe de Pepe y lo que presenten las circunstancias y los asistentes.
SOSA Y BRAVO CON PEÑA NIETO
Ayer en la capital de la República se inició el Encuentro Nacional de Procuración e Impartición de Justicia. Por nuestra entidad participaron el magistrado Alberto Sosa Hernández y el Fiscal Luis Angel Bravo Contreras, que tuvieron la oportunidad de saludar, de nuevo al Presidente Enrique Peña Nieto. En el presídium figuró el choleño Fernando Yunes Márquez, en su calidad de presidente de la Comisión de Justicia del Senado.
Por cierto, en la misma fila, junto a ellos también estuvo Cristóbal Roa, el siempre fiel colaborador, valioso y profesional personaje del Poder Judicial, secretario privado de Sosa Hernández, casi recuperado de una severa afectación de salud que lo alejó varios meses de su trabajo.
¿ME ESTÁN OYENDO?
Al encuentro efectuado en un viejo hotel de la colonia Anzures, camino de Polanco, destacó la asombrosa puntualidad del Presidente de la República, quien no obstante, al inicio de su participación tuvo a bien ofrecer una disculpa “por llegar ligeramente retrasado unos cuantos minutos”, debido a que en la entrada tuvo que saludar a varios jueces y magistrados asistentes.
“Ese es uno de nuestros retos, que la justicia sea puntual y a la altura de las demandas ciudadanas”, pidió.
El primer orador, el jefe de gobierno del DF Miguel Mancera, dijo que es urgente difundir a la población cómo opera el nuevo sistema de justicia adversarial para que lo entienda y lo acepte.
A su vez el titular del Poder Judicial del DF, Edgar Elías Azar, entre otras cosas dijo al Presidente que no le pedían más recursos (no hay le respondería más adelante Peña) sino que se de autonomía presupuestaria a los tribunales, lo que me hizo recordar y realza la reciente e histórica decisión del gobernador de Veracruz Javier Duarte de Ochoa que ya envió la iniciativa respectiva al congreso. Hoy siguen los trabajos de este gran espacio para el intercambio de experiencias, como lo calificó el Primer Mandatario.
R. MARTÍNEZ ZALETA NUEVO LIBRO
“Este soy yo”, es una historia que comienza en la ciudad de México. En Palacio Nacional, con distinguidos personajes que ejercitan la alta política. Llega a la capital veracruzana donde el lector de manera cercana puede observar el manejo interno del titular del Poder Ejecutivo. Aquí, en estas líneas, se da a conocer el nombre de quien ha de manejar el destino de Veracruz; por supuesto, con el indeclinable apoyo del Presidente de la República.
Porque el destino lo señala, se acerca a la siempre hermosa y perfumada ciudad de Papantla, dando a conocer el nombre completo de quien seguramente habrá de tener la distinción de ocupar la diputación local por aquel distrito electoral. Por los temas a tratar, donde el tiempo y el espacio se conjugan, este podría ser uno de los más exitosos libros de Rafael Martínez Zaleta.
Martínez Zaleta ha tenido la oportunidad de presentar sus obras en la inmensa mayoría de los municipios de Veracruz, en el Congreso de Unión, en la República de Cuba, Europa, y actualmente tiene el beneplácito para presentarse en la FLACSO de Guatemala.
Feliz fin de semana lector.
gustavocadenamathey@nullhotmail.com